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Rusia se acerca a la batalla por Bakhmut y se prepara para la ofensiva en Jersón
Las tropas rusas se acercan lentamente alrededor de Bakhmut, una de las ciudades aún en manos ucranianas en el Donbass, en una campaña con el temido grupo de mercenarios Wagner al frente. Entretanto, en Jersón, los funcionarios impuestos por el Kremlin señalaron este 28 de octubre que concluyeron las “evacuaciones” de civiles, mientras se preparan para la gran contraofensiva de Kiev.
La esperanza rusa por demostrar avances en el terreno se teje alrededor de Bakhmut, mientras se avecina la batalla por Jersón.
Las tropas invasoras bombardean con artillería y se acercan lentamente en dirección a Bakhmut, señaló el Ejército ucraniano.
Kiev dispara morteros y artillería pesada para repeler a las fuerzas rusas que se encontraban a menos de cinco kilómetros de distancia, según indicó el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos con sede en Washington.
La cruzada por Bakhmut, en el este del país atacado, resulta crucial para las tropas invasoras dado que significaría romper las líneas de suministro del Ejército ucraniano, en la provincia de Donetsk, y abriría una ruta con la que los militares rusos avanzarían hacia Kramatorsk y Sloviansk, bastiones clave de Ucrania en esa zona del país.
Si bien los separatistas prorrusos han controlado parte de Donetsk y la vecina provincia de Lugansk desde 2014- ambas pertenecientes a la gran región del Donbass- Bakhmut es una de las pocas ciudades en ese óblast aún en manos de las autoridades ucranianas.
Rusia ha golpeado a Bakhmut con cohetes durante más de cinco meses, pero Kiev mantiene el control allí después de ocho meses de guerra y a pesar del objetivo de la Administración de Vladimir Putin de capturar todo el Donbass, fronterizo con Rusia.
En un afán por arrebatar el dominio de la localidad, Moscú ha puesto al frente de esta operación a su temido grupo de mercenarios Wagner. Una red militar privada a la que las organizaciones de derechos humanos han denunciado por sus atrocidades cometidas en países como Mali y Siria.
Hasta ahora, no está claro si esos soldados han obtenido ganancias tangibles en el terreno ucraniano.
“Estamos viendo una situación en la que el Grupo Wagner es bastante efectivo para crear terror entre los residentes locales, pero mucho menos efectivo para capturar y mantener territorio (…) En el mejor de los casos, están ganando 1 kilómetro (0,6 millas) por semana hacia Bakhmut”, indicó Samuel Ramani, miembro asociado del Royal United Services Institute, un grupo de expertos de defensa y seguridad con sede en Londres.
Los expertos también resaltan que el Kremlin necesita una victoria en Bakhmut debido a los sensibles reveses sufridos por sus tropas en los últimos dos meses.
“Rusia sufre derrotas en todos los ámbitos (…) Necesitan la óptica de algún tipo de victoria ofensiva para apaciguar a los críticos en casa y mostrarle al público ruso que esta guerra sigue como lo planeado”, explicó Ramani,
La ciudad se encuentra sin electricidad ni agua desde hace un mes, una afectación mayor a medida que se acerca el invierno.
“Esperábamos que esta (guerra) terminara o que tuviéramos condiciones que nos permitieran vivir. Pero desde el mes pasado, las condiciones han sido terribles”, señaló Leonid Tarasov, un residente de la localidad.
Bakhmut sigue siendo el próximo objetivo de los rusos en su lento avance a través de la región de Donetsk desde que tomaron las ciudades industriales clave de Lysychansk y Severodonetsk en junio y julio. La vecina localidad de Soledar, al norte, también está bajo la mira del Kremlin.
Rusia afirma que concluyó las “evacuaciones” de Jersón, mientras se espera una cruda batalla
Las autoridades impuestas por Rusia en el sur de Ucrania informaron que las evacuaciones de los civiles de la región de Jersón se completaron.
Hace una semana, el Kremlin señaló que esperaba sacar de allí entre 50.00 y 60.000 personas hacia la vecina región de Crimea, anexada por Moscú en 2014, o hacia el territorio ruso.
Una operación que Kiev denuncia como “deportaciones” y traslados forzados, por lo que en reiteradas ocasiones pidió a los habitantes desatender el llamado de los rusos.
«Se completó el trabajo para organizar a los residentes que abandonan el lado izquierdo del (río) Dnipro hacia regiones seguras de Rusia», aseguró Sergei Aksyonov, el gobernador impuesto por el Gobierno de Vladimir Putin.
Rusia da por terminados los traslados de los civiles cuando se alista para la ofensiva en Jersón, ante la aproximación del Ejército ucraniano que busca recuperar ese territorio, uno de los primeros arrebatados por las tropas invasoras en los primeros días de la guerra.
Kiev alertó el jueves 27 de octubre que Moscú se está reagrupando y se dispone a librar allí “la madre de todas las batallas”.
El Ministerio de Defensa de Reino Unido, que hace seguimiento al conflicto, informó este viernes que Rusia probablemente ha reforzado sus tropas allí con «reservistas movilizados» al oeste del río Dnieper.
La última actualización diaria de la inteligencia británica indicó que incluso con Rusia consolidando sus líneas defensivas, sus operaciones seguirían siendo vulnerables. Indican que durante las últimas seis semanas, las fuerzas terrestres de Moscú han pasado a una «postura defensiva» en la línea del frente, probablemente debido a que están «gravemente insuficientes» y «mal entrenadas».
No obstante, Kiev enfatizó que allí se espera «la más dura de las batallas».
Con Reuters y AP
