Dramas y Euforias Novembrinas en Colombia:

1- EL PALACIO DE JUSTICIA: Hace treinta años.

Es una demostración de que la izquierda, el terrorismo y el comunismo nunca perdonan cuando sus atentados les salen mal,  al cual más de tenebrosas:

 a- Táctica de guerra psicológica: Judicializar, desprestigiar, gritar a todos los bandos  inculpar y llorar a sus víctimas más afines,  así hubiera que inventarlas  y encarcelar a aquellos militares que dedicaron su vida a la defensa de las instituciones.

b- Infiltrar y utilizar a la justicia como arma de venganza No solamente para la toma del poder si no para el logro de sus fines marxistas, pero también para el propio logro de la venganza que han tomado porque no lograron hacer con Colombia como lo hicieron en Nicaragua 7 años antes:  Un gran chantaje. Allí el diálogo y la debilidad cómplice terminó porque el gobierno de la época fue débil y entregó paso a paso el país a sus extorsionistas. Hoy esa nación padece ese régimen, pero en  Colombia el buen logro de la acción militar y que nos salvó de esa conspiración pues el atentado no les resultó  a los guerrilleros criminales,  ni  a tantos de sus simpatizantes y fracasó. A pesar de que el gobierno, encubridor, estaba acondicionado para la entrega del poder.  que era lo único que le quedaba para dar a los guerrilleros.    Y eso no lo pueden perdonar. El desastre en la toma del palacio de justicia lo consideran no por las muertes que hubo que eran  la de sus secuestrados y que ellos así lo querían si no porque su plan se  les frustró año tras año,  por 30 veces consecutivas viene una avalancha de recriminación contra los militares, cumplidores de su deber y una avalancha de propaganda, de enaltecimiento a los criminales quienes fueron los que atentaron, secuestraron, mataron e incendiaron. Inventan testigos como el que logró sentencias para el martirizado coronel Plazas Vega y que años después se revaluara y entendieran la falsedad del testigo principal.

Revisando los diarios de la época cómo no resaltar aquel manifiesto que titulaba: “La guerrilla, la lúgubre luz de un crimen inmenso y que deseamos recordar en estas páginas.

SAETA

Sigue en próxima entrega la dramática providencia de la Corte Constitucional