Con el tórax triturado, el rostro desfigurado por múltiples cortaduras y congelado terminó la travesía del joven Adonis Guerrero, que pretendía escapar de La Habana en el tren de aterrizaje de un vuelo de Iberia que iba de La Habana a Madrid en 2011. Su historia de ingenuidad, que combina desesperación con hartazgo, es una entre las más de 150.000 proezas de cubanos que huyen con necesidad de libertad y que suelen terminar en muerte.

Y es que en la isla disfrutan sólo 600.000 cubanos en promedio, entre miembros del régimen, sus familiares, amigos, miembros de las fuerzas armadas y la policía política. Por esto, buscar un nuevo rumbo fuera representa un desafío. El deseo de huir de Cuba hoy en día implica métodos de migración que van desde aferrarse a una endeble tabla de surf, a un kayak inflable, hasta esconderse entre bultos postales o en el tren de aterrizaje de un avión con el oxígeno limitado.

Estas inéditas y peligrosas formas de escape de cubanos que huyen divulgadas por CubaNet son la opción para las personas de menos recursos, sostiene la activista cubana Mayra Domínguez en contacto con PanAm Post. Ella destacó una verdad que por más lamentable que sea, considerando el contexto económico que vive el país, es algo ineludible: “Las balsas no van a dejar de existir cuando los boletos de avión son muy costosos”.

Domínguez es enfática en sus palabras. A su vez, reconoce que “la ola de migración cubana ha tenido procesos a lo largo de los años. Hoy sigue y no va a parar mientras nadie pueda decir públicamente que hay una dictadura, que está molesto por la situación económica, que los precios están por los cielos y que el dólar anda por casi los 260 pesos cubanos, cuando un jubilado gana 1500 pesos al mes y la inflación salvaje tiene el kilo de tomate en 400 pesos”.

La estampida que recientemente sumó hasta deportistas y religiosos,  también refleja que “en Cuba no hay ni patria ni vida”, asegura la activista, quien proyecta que “la migración cubana va a continuar, porque la vida es insostenible, cuando la dictadura utiliza la represión para tratar de callar a la gente. No permite ningún tipo de manifestación en contra de su ideología comunista. Para ellos todo el que se exprese en contra es alguien que automáticamente va preso”.

Domínguez también destaca que en este momento hay 1047 presos políticos, entre ellos 122 mujeres y 18 niños, todos procesados por sedición. Esta práctica judicial del castrismo que lidera Miguel Díaz-Canel genera hastío. Tanto, que ningún riesgo apaga el deseo de huir de los cubanos. Las últimas estadísticas del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportan que 171.958 han llegado a territorio estadounidense por puntos fronterizos desde que se inició el año fiscal en curso (2023), el pasado 1 de octubre. De ellos, 125.510 lo hicieron a través de la frontera con México en los últimos 10 meses.

Miami como epicentro 

De la cantidad antes mencionada, 7486 lo hizo en julio y una porción de ellos contabilizada en 3064 personas, lo hizo vía marítima por Miami (Miami Sector y Miami Field Office). La cifra no dista mucho de los 6630 cubanos reportados en junio. Sin embargo, esta data no incluye a los 6967 balseros interceptados en el mar y devueltos a Cuba por el Servicio Guardacostas de Estados Unidos (USCG).

El panorama de cubanos que huyen es otro capítulo del historial de olas migratorias cubanas que tiene como puntos estelares la salida de 250.000 cubanos entre 1959 1962 tras la llegada de la revolución, la huida de otros 300.000 con los “vuelos de la libertad” que despegaron entre 1965 y 1973, el éxodo del Mariel de 1980 que reportó una estampida de 125.000 y la recordada crisis de los balseros de 1994 que reportó el escape de otros 30.000.

Un peak en puerta

Ser expatriados de manera expedita conlleva la prohibición de poder acceder a beneficios migratorios por los próximos cinco años, pero la disposición tampoco merma las huidas.

Si bien las autoridades fronterizas permanecen “vigilantes” y ajustan los planes operativos para maximizar los esfuerzos de aplicación de la ley contra quienes esquivan los procesos legales de admisión, según Troy A. Miller, comisionado interino de CBP; la entrada del verano probablemente disparará los viajes por el Estrecho de Florida.

Además la reactivación de los vuelos desde Cuba a Nicaragua potencia la tendencia, tras la implementación del programa parole humanitario para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos (CHNV), y la opción de citas para asilo en la frontera a través de la aplicación móvil CBP One.

Al respecto, Domínguez recalca que “ese libre visado de Nicaragua para todos los cubanos está coordinado entre Daniel Ortega y Díaz-Canel con unos pasajes absurdamente costosos, de hasta 4000 dólares, con los cuales se aprovechan”.

Ya más de 181.000 postulantes de esas cuatro nacionalidades, entre ellos unos 41.000 cubanos, hasta finales de julio, según datos de CBP, elevando a 71.000 el número de cubanos beneficiados al agregar los 30.000 que recibieron visas para inmigrantes en la embajada de Estados Unidos en La Habana en el último año, como parte del Programa de Reunificación de Familias Cubanas (CFRP).

Fuente: Panampost