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Inversión de Valores

Adolescentes en Estados Unidos afectadas por los ‘deepfakes’ pornográficos

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La pornografía ‘deepfake’ de mujeres famosas como Taylor Swift ha provocado indignación y generado exigencias de regulación de la inteligencia artificial. Sin embargo, esta poderosa tecnología no solo se usa para intimidar a mujeres ante la opinión pública; también está afectando a menores. Estudiantes de secundaria están siendo atacadas con y por pornografía ‘deepfake’ generada por IA y creada por sus propios compañeros de clase utilizando aplicaciones que «desnudan» fotos.

 

Francesca Mani fue convocada el otoño pasado a la oficina del subdirector de Westfield High School, en los suburbios de Nueva Jersey, donde le dijeron que era una “víctima confirmada de IA”.

Francesca, que entonces tenía 14 años, fue informada de que estaba entre un grupo de estudiantes sobre quienes se habían hecho imágenes falsas de desnudos utilizando inteligencia artificial. Compañeros del centro educativo habían compartido las imágenes falsas a través de Snapchat.

“Me quedé en shock”, dijo Francesca. “Comencé a sentirme un poco triste, pero salí al pasillo y vi a un grupo de chicos burlándose de un grupo de chicas. Se reían de eso. Y luego me enojé muchísimo”, agrega. Fue en ese momento que Francesca, una estrella de la esgrima olímpica juvenil, decidió contraatacar.

Las imágenes falsas se habían compartido durante las pausas del almuerzo escolar y en el autobús escolar, según informes policiales. Pero lo que los chicos habían hecho no era ilegal: no existen leyes federales contra los ‘deepfakes’ generados por IA en Estados Unidos.

Cuando Francesca le contó a su madre, Dorota, lo sucedido, ella se enfureció. “Desde el principio de los tiempos, las mujeres hemos tenido que luchar por nuestros derechos y nuestro consentimiento”, dijo Dorota, una inmigrante polaca con cinturón negro en jiu-jitsu. «Ese es el problema mayor aquí: el consentimiento».

El menor que hizo las imágenes fue suspendido de la escuela por dos días, pero no enfrentó consecuencias legales mayores. Francesca optó por no ver las imágenes, pero se sentía incómoda al saber que el chico que las había hecho, y los demás que las habían compartido, seguían en sus clases.

Fuente: France24.com

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