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Rusia despliega una misteriosa munición en Ucrania

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Moscú estrena en este conflicto señuelos que engañan a los radares de defensa aérea y a los misiles buscadores de calor.

Guerra: Rusia despliega una misteriosa munición en UcraniaLanzadora de misiles rusos Iskander

Funcionarios de inteligencia estadounidenses han descubierto que la andanada de misiles balísticos que Rusia ha disparado en Ucrania contiene una sorpresa: señuelos que engañan a los radares de defensa aérea y a los misiles buscadores de calor.

Los dispositivos miden unos 30 centímetros de largo, tienen forma de dardo y son blancos con una cola naranja, según un funcionario de la inteligencia estadounidense.

Son liberados por los misiles balísticos de corto alcance Iskander-M que Rusia está disparando desde lanzadores móviles ubicados al otro lado de la frontera cuando el misil detecta que ha sido blanco de los sistemas de defensa aérea, según el funcionario.

Cada uno de ellos está repleto de componentes electrónicos y produce señales de radio para interferir o burlar los radares enemigos que intentan localizar el Iskander-M, y contiene una fuente de calor para atraer a los misiles entrantes. El funcionario, que no estaba autorizado a hablar públicamente sobre asuntos de inteligencia, describió los dispositivos bajo condición de anonimato.

Misil balístico Iskander. Foto: AFPMisil balístico Iskander. Foto: AFP

El uso de los señuelos puede ayudar a explicar por qué las armas de defensa aérea ucranianas han tenido dificultades para interceptar los misiles Iskander de Rusia.

Impulsado por un motor de cohete de combustible sólido, el Iskander puede alcanzar objetivos a más de 320 kilómetros de distancia, según documentos del gobierno estadounidense. Cada lanzador móvil puede disparar dos Iskander antes de tener que ser recargado.

Expertos perplejos

Las fotografías de las municiones en forma de dardo comenzaron a circular en las redes sociales hace dos semanas. Habían dejado perplejos a los expertos y los analistas de inteligencia de código abierto, muchos de los cuales las confundieron con minibombas de armas de racimo por su tamaño y forma.

Richard Stevens, que pasó 22 años en el ejército británico como soldado de desactivación de explosivos y posteriormente trabajó como técnico de bombas civil durante 10 años en el sur de Irak, África y otras regiones, dijo que había tenido conocimiento de «muchas municiones chinas y rusas, pero nunca había visto esto«.

Rusia dispara un misil Iskander durante ejercicios militares. Foto: APRusia dispara un misil Iskander durante ejercicios militares. Foto: A

Stevens publicó fotos de las municiones en un sitio para expertos militares y civiles en desactivación de bombas que lanzó en 2011 y descubrió que nadie más parecía haber visto antes estas municiones misteriosas.

«Que Rusia esté usando armas de ese tamaño -el Iskander-M- y bastantes de ellas, según creo, es la razón por la que estamos viendo esto ahora», dijo Stevens. «Es sólo que, en los últimos 10 a 15 años, nadie ha tenido la oportunidad de ver esto».

Un arma de la Guerra Fría

El funcionario de inteligencia dijo que los dispositivos son similares a los señuelos de la Guerra Fría llamados «ayudas a la penetración» que acompañan a las ojivas nucleares desde la década de 1970 y fueron diseñados para evadir los sistemas antimisiles y permitir que las ojivas alcancen su blanco.

La incorporación de estos dispositivos a armas como el Iskander-M, que tiene ojivas convencionales, no se había documentado anteriormente en los arsenales militares.

«En cuanto se inventaron los misiles, la gente empezó a intentar derribarlos, y en cuanto se empezó a tratar de derribarlos, la gente empezó a pensar en ayudas a la penetración», dijo Jeffrey Lewis, profesor de no proliferación del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de Monterey, California.

«Pero nunca los vemos porque son sumamente secretos: si uno sabe cómo funcionan, puede neutralizarlos«.

El uso de estos señuelos puede responder a un cierto nivel de descuido o urgencia por parte de los jefes militares rusos, dijo Lewis, dado que Rusia sabe que inevitablemente serán recogidos y estudiados por los servicios de inteligencia occidentales para que las defensas aéreas de la OTAN puedan ser programadas para frustrar las contramedidas del Iskander.

Y es muy poco probable, dijo, que la versión del Iskander que Rusia ha vendido a otros países contenga estos señuelos.

«Eso me hace pensar que los rusos dan cierto valor a no difundir esa tecnología y que esta guerra es lo suficientemente importante para ellos como para renunciar a ella», dijo Lewis. «Están haciendo un esfuerzo extra, y tal vez ya no les importe, pero a mí me importaría si fuera ellos.

«Creo que hay algunas personas muy entusiasmadas en la comunidad de inteligencia de Estados Unidos en este momento».

The New York Times

Fuente: Sistema integrado digital 

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