La visita de Luiz Inácio Lula da Silva a China, que culminó este viernes, tendrá implicaciones para Brasil que trascienden el ámbito diplomático y comercial. Más allá de “profundizar los lazos” de una relación próxima a cumplir 50 años y de haber firmado 15 acuerdos en distintas áreas, el fundador del izquierdista Foro de Sao Paulo desafió a Estados Unidos en materia económica y geopolítica al proponer desde el gigante asiático desplazar el dólar –alineándose con los planes de su homólogo chino Xi Jinping– justo en medio de la creciente tensión entre Washington y Pekín por una larga lista de factores que van desde el incremento del asedio chino a Taiwán, pasando por las violaciones a los derechos humanos de minorías étnicas y las amenazas a la seguridad nacional de EE. UU., hasta el presunto apoyo a Rusia para la guerra en Ucrania con el envío de armas en secreto.

Aunque Lula se reunió previamente con el presidente estadounidense Joe Bien en una reciente visita a Estados Unidos, el tono del encuentro con Xi Jinping evidencia claramente un acercamiento ideológico más estrecho. Sin disimulo, el mandatario brasileño confesó que esta gira tiene un propósito que va “más allá del interés comercial”. En este orden de idas, manifestó su respaldo al “multilateralismo verdadero” que dice promover China y en la declaración conjunta que dejó el encuentro ambos se comprometieron con el impulso de una  “globalización económica más abierta, inclusiva y equilibrada”.

La importancia de Lula para los intereses de China

¿Qué quiere decir esto? Se trata de la consolidación de la agenda globalista, pero haciendo a un lado a Estados Unidos, lo cual favorece los intereses de China de desplazar a la nación norteamericana como la primera potencia mundial. ¿Y cómo lo conseguirá? Lo primero que Pekín busca es acabar con la supremacía del dólar como moneda comercial. Es por esta razón que las declaraciones del presidente de la principal economía de Latinoamérica desde territorio chino resultan de vital importancia para el régimen comunista.

Y es que Lula da Silva se sumó a la rebelión contra el dólar que encabeza China junto con su gran aliado Rusia, sin olvidar que hace pocos días Xi Jinping hizo una visita oficial a Moscú que terminó con una promesa de despedida que ha dado para muchas interpretaciones: “Se avecina un cambio que no se ha producido en 100 años. Y estamos impulsando este cambio juntos”.

Ahora Lula parece sumarse a este “cambio”, que difícilmente pueda ser para mejor viniendo de dos naciones que a diario son noticia por las restricciones a las libertades, sus políticas expansionistas y la guerra. No es casualidad que luego de la invasión a Ucrania por parte de Moscú, en Pekín se hayan animado a acercarse cada vez más a repetir ese escenario en Taiwán.

La rebelión contra el dólar desde los BRICS

Pero, ¿qué dijo exactamente Lula? Entre los 15 convenios firmados con Xi Jinping, que abarcan el terreno de la investigación e innovación, espacial, comercial y ambiental, entre otros, destaca el establecimiento de transacciones entre Brasil y China en yuanes, “sin necesidad de dolarización”. Y previamente, durante un discurso que ofreció en el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) conocido como el “banco de los BRICS”, el cual tiene su sede en Shanghái, el mandatario brasileño se preguntó: “¿Quién fue el que decidió que el dólar era la moneda tras la desaparición del patrón oro?”, a lo que agregó: “¿Por qué no podemos comerciar con nuestras propias monedas?”. Y ante el aplauso de empresarios chinos y brasileño insistió: “Todas las noches me pregunto por qué todos los países tienen que basar su comercio en el dólar”.

El desafío a Estados Unidos es más que evidente. Lula ha insistido en sustituir el dólar como moneda comercial –al menos inicialmente– en el bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y, no en vano, logró imponer a su gran aliada, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, como nueva presidente del banco de los BRICS.

Lula está “repitiendo narrativa de China” sin “obtener nada para Brasil”

¿Cuál será el costo para Brasil de esta política que lo acerca más a Pekín que a Washington? Las reacciones del exembajador de EE. UU. en Brasilia, Thomas Shannon, representan una advertencia para el mandatario brasileño. En una entrevista con el diario O Globo, Shannon lamentó que Lula esté “repitiendo la narrativa de China” sin “obtener nada importante para los intereses de Brasil” y aprovechó para desearle “suerte” con un evidente tono irónico.

“El dólar no es una moneda global porque Estados Unidos lo impusiera, es una moneda global por el poder de la economía de EE. UU. y el papel de su economía en el sistema financiero y el orden económico global. Si Brasil, China o los BRICS quieren reemplazar el dólar, bien, adelante. ¿Qué moneda van a usar? ¿La moneda china, la brasileña? Buena suerte con eso”.

La prudencia sobre la guerra en Ucrania

El diplomático estadounidense también le recomendó a Lula “tener cuidado con lo que dice” sobre la guerra en Ucrania. Durante el encuentro entre ambos mandatarios, Xi Jinping le manifestó a Lula que sus relaciones “jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales”.

En la declaración conjunta acordaron que el diálogo es “la única solución” para poner fin a la guerra en Ucrania, mientras que Brasil señaló que “ve positivamente” la postura de China, haciendo a un lado el hecho de que Pekín habría acordado el envío en secreto de armas a Rusia para apoyar a su aliado en la guerra en Ucrania, según documentos filtrados del Pentágono en los que también se revela un compromiso similar por parte de Egipto, así como el cáncer que estaría padeciendo Vladímir Putin y el complot interno que estaría enfrentado mientras se somete a rondas de quimioterapia.

Un espaldarazo a Huawei en medio de sanciones

La apretada agenda de Lula en China no escapó en ningún momento de la polémica, puesto que durante su estancia en Shanghái visitó un centro de investigación y desarrollo de la tecnológica Huawei, sancionada por EE. UU. por considerar que representa un riesgo para su seguridad nacional. Para terminar de elevar la controversia, durante su reunión con Xi Jinping, Lula da Silva agregó: “La visita a Huawei es una demostración de que queremos decirle al mundo que no tenemos prejuicios en nuestra relación con China”.

El presidente de Brasil también incluyó en su viaje a China una reunión con el primer ministro, Li Qiang, y con el presidente del Legislativo, Zhao Leji, y realizó una ofrenda floral en la plaza de Tiananmén. Además, intercambió palabras con Zhang Zhigang, el presidente del operador estatal del sistema eléctrico chino, State Grid, empresa que ha invertido fuertemente en la infraestructura eléctrica brasileña en los últimos años, según reseñó la agencia EFE. La visita concluyó con una invitación a Xi Jinping para que viaje a Brasil en 2024, a propósito del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Fuente: Panampost