Actualidad
Los cazadores gritan “basta” a las “políticas anticaza” del Gobierno: “No puede prohibir el plomo”
“No podemos permitir que el Gobierno acabe con un sector que mueve 6.500 millones de euros en este país y genera 200.000 puestos de trabajo”, explican
“¡Basta ya!”, ha aseverado Gallardo, quien ha reivindicado que la “caza será punta de lanza en Madrid” en la jornada de movilización, a la que la RFEC ha desplazado, según ha afirmado, más de 1.000 autobuses con personas del sector cinegético.
Al Ejecutivo, le ha avisado de que no puede prohibir “la caza en parques nacionales o la tórtola” y no puede obligar a “castrar a los perros”, entre otras cuestiones.
“No podemos permitir que el Gobierno acabe con un sector que mueve 6.500 millones de euros en este país y genera 200.000 puestos de trabajo. Es motor y generador de oportunidades en el mundo rural”, ha defendido.
Y es que los cazadores han estado también muy presentes en la manifestación de este domingo con una participación muy numerosa, en la que han estado acompañados de sus caballos y perros, y donde portaban pancartas en las que defendían sus derechos: ‘Ley anticaza = desempleo’ y ‘Caza = gestión sostenible’.
De esta forma, los cazadores, que han sido punta de lanza de la manifestación, han gritado por las calles madrileñas “basta” a las “políticas anticaza” del Gobierno.
Una jornada reivindicativa, que ha concluido frente al Departamento que lidera Teresa Ribera, una de las administraciones responsables de la “difícil situación” que atraviesa el mundo rural español, según los organizadores, por medidas como la protección del lobo.
Eduardo Cornejo, presidente de la Federación Riojana de Caza, se ha mostrado satisfecho por la gran respuesta de los cazadores. “Nos lo jugábamos todo y creo que hoy se nos ha oído”. A la vez que ha apuntado que “los continuos ataques que sufrimos por parte del Gobierno de España no podían quedar sin respuesta”.
Ha querido dar las gracias a todos los cazadores que se han desplazado hasta la capital, “porque era necesario estar hoy aquí defendiendo nuestra actividad”. Para Cornejo “desde ciertos sectores y administraciones se está matando al mundo rural tal y como lo conocemos ahora mismo, y nosotros formamos parte de ese mundo rural, que defendemos, protegemos y conservamos”. “Es muy fácil hacer política desde los despachos”, ha señalado, a la vez que ha incidido en el peligro de las nuevas políticas del Ejecutivo central, “basadas solo en prohibiciones y alentadas por animalistas radicales”.
Por eso, que haya habido más de 300.000 cazadores hoy en la capital española, reivindicando “nuestro derecho a cazar y pidiendo respeto hacia nuestro colectivo, así como el apoyo por parte del Gobierno que nos merecemos”, es algo que no puede “obviarse ni silenciarse”.
Según recoge la propia RFEC, el sector cinegético ha reclamado en un día histórico “el legítimo derecho a cazar, el fin de los ataques sin precedentes que se están perpetrando en la línea de flotación de la caza, con iniciativas como el Anteproyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales, el nuevo Real Decreto de Núcleos Zoológicos, o la modificación del Código Penal, que pretende hacer extensible el maltrato animal a todos los animales vertebrados”.
También se han reclamado otras cuestiones como el fin de la prohibición de la caza de la tórtola, revocar la inclusión del lobo dentro del Listado de Especies Protegidas, la recuperación del silvestrismo y la caza en Parque Nacionales, o el fin de las políticas ecoanimalistas de Europa que se aplicarán en nuestro país y que pretenden acabar con la caza de especies como la perdiz, la codorniz o el zorzal, además de prohibir el uso del plomo sin una alternativa viable.
Para tener visibilidad, se hacía un llamamiento a que todos los cazadores llevaran una prenda naranja de alta visibilidad para que, “a través de una gran riada naranja, se exija el fin de estos ataques y se reivindique la importancia de la caza como una actividad generadora de economía, fijadora de empleo y que aporta enormes beneficios sociales, económicos, medioambientales y culturales al mundo rural”.
Insiste la RFEC además en que el fin de la caza tendría un impacto negativo sobre la biodiversidad, las especies amenazadas, los ecosistemas, los accidentes de tráfico, la agricultura, la ganadería, la transmisión de enfermedades o la pérdida de empleo, así como un sobrecoste económico para el erario público al dejar de realizar controles poblacionales a través de acciones cinegéticas.
Fuente: Sistema integrado digital