La complicidad de El Tiempo con las traiciones del presidente Santos

Analicemos solo medianamente:

Las guerrillas van tomando cuenta del país. Todo lo que piden se lo conceden abundantemente. El 16 o 18 de enero pidieron libertad para unos pocos presos enfermos y no terminó el mes y les dieron amnistía completa a una cantidad enorme. Vienen ahora y en un acto de intimidación terrorista entran a sus anchas y bien armados a poblaciones que deliberadamente el gobierno dejó inermes en la Guajira. Esto tiene consternado al país. ¡ Y cómo lo titula, o mejor, lo encubre el diario El Tiempo tratándose de una aberrante entrega de la soberanía nacional! Dice: “Gobierno  suspende visitas de delegados de las FARC” (Primera página 19 de febrero). Delegados como si fueran diplomáticos. No los trató de sus excelencias, pues a pesar de la dignidad que malévolamente les otorga, esos términos hace tiempos ni los usan. Ruido en el proceso. ¿Qué proceso? ¿Que ruido? Se trata de un escándalo sorprendente de quienes mantienen secuestrado al país. ¿De otro lado el ruido lo hacen los fanáticos? ¿A quiénes se refieren? ¿ A los que de vez en cuando estallan bombas? La única buena fe que puede pensarse de este proceder es que El Tiempo sufriría del síndrome de Estocolmo. Lo cual tampoco es verosímil y no lo parece porque son ellos y la manera de presentar las noticias, quienes de complicidad en complicidad son los secuestradores de la opinión pública perpleja y alarmada. Es precisamente este manejo de la opinión pública que quieren legitimar con un plebiscito, hecho para otorgar al presidente y a sus medios, más poderes para la entrega histórica que traman. A los colombianos de bien les quitan las armas y su legalidad,  a los criminales se les favorece portalas de forma ostentosa e intimidatoria. Sin embargo, es según ellos una “Campaña o acto político”. Tal vez lo dirían en su tiempo, uniformados de la KGB para sustentar a Kerensky o a Lenin o los SS de la Alemania Nazi.

Saeta

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