La protestas en Grecia para exigir al Gobierno responsabilidades por el mortífero accidente ferroviario de hace unos días se han vuelto violentas este domingo. Algunos manifestantes han lanzado cócteles molotov durante la concentración frente al Parlamento de Atenas.
El Ejecutivo ha pedido perdón durante esta jornada tras días señalando que el choque de los dos trenes en el que murieron 57 personas se debía a un error humano. El primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha reconocido la falta de medidas de seguridad y sistemas automatizados de control en la red ferroviaria.
«No podemos, no queremos y no debemos escondernos detrás del error humano», señaló Mitsotakis en su cuenta de Facebook, cambiando así el discurso mantenido hasta ahora, y que señalaba al jefe de estación de Larisa, que ha sido imputado, como único responsable del siniestro.
El acusado ha reconocido hoy ante la Fiscalía que puso al tren de pasajeros en la misma vía que un convoy de mercancías que venía en sentido contrario, según señalan varios medios locales.
El accidente puede tener un elevado coste político para Nueva Democracia, el partido conservador de Mitsotakis, de cara a las elecciones generales previstas para la próxima primavera.
Miles de griegos llevan días manifestándose para demandar seguridad en los transportes y denunciar que hay una responsabilidad del Estado por no haber modernizado la estructura ferroviaria, que carece de sistemas de control automatizados que podrían haber evitado el choque de los dos trenes.
Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, son operados por la compañía italiana Ferrovie dello Stato Italiane, aunque las infraestructuras ferroviarias del país, incluidos los sistemas de seguridad, dependen de la compañía estatal OSE.
Fuente: Sistema Integrado Digital