El presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) declaró en la Asamblea de la República de Portugal que la Iglesia mantendrá en secreto la Confesión, descartando una posible revisión del Concordato, por este asunto.
“No depende del Concordato. El secreto de la Confesión es tan antiguo como la Iglesia y no cambiará, eso os lo garantizo”, ha dicho D. José Ornelas, en la audiencia parlamentaria de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Derechos, Libertades y Garantías.
Según recoge la agencia Ecclesia portuguesa, El obispo de Leiria-Fátima respondía a una pregunta de una diputada del PAN, Inês de Sousa Real, partido que en su Proyecto de Resolución n.º 544/XV/1ª recomienda “la revisión del Concordato celebrado entre la Santa Sede y la República Portuguesa y la creación de una Comisión de Reparación para indemnizar a las víctimas de delitos sexuales”.
El artículo 5 del Concordato de 2004 determina que “los eclesiásticos no pueden ser interrogados por los magistrados u otras autoridades sobre hechos y cosas de que hayan tenido conocimiento por razón de su ministerio”. José Ornelas, líder de los obispos lusos, subrayó que la Confesión implica el arrepentimiento de los hechos cometidos y que corresponde al confesor convencer a las personas de que es “su deber” denunciar los hechos ante las autoridades correspondientes.
A la audiencia también asistió el cardenal-patriarca de Lisboa, a petición del grupo parlamentario Chega.
Por su parte, el cardenal Manuel Clemente se refirió a que este secreto sacramental, para los católicos, es “absoluto”. El confesor, añadió, tiene la obligación de recomendar a la persona que acuda a la autoridad competente. “Este es un delito público, que debe ser denunciado ante las autoridades públicas”, sostuvo.
La nueva ley vaticana para la protección de menores y personas vulnerables determina la obligación de denunciar los casos de abuso, salvo situaciones vinculadas precisamente al sigilo sacramental.
En el Motu Proprio ‘Vos estis lux mundi’, de 2019, Francisco instituyó una “obligación” de informar, a los miembros del clero e institutos religiosos, siempre que alguien “sabe o tiene motivos fundados para suponer” que cualquiera de los mencionados se han cometido delitos.
Con este decreto , el Papa establece que la denuncia de abusos en la Iglesia “no constituye una violación del secreto profesional”, excluyendo, como determina el canon 1548-§2 del Código de Derecho Canónico – “el clero, respecto de lo que se ha manifestado en razón del sagrado ministerio”, entre otros.
El confesor que viole directamente este secreto incurre automáticamente en la pena de excomunión, conforme al Derecho Canónico; la misma pena se reserva a los que captan por medios técnicos lo dicho entre penitente y confesor.
El 1 de julio de 2019, el Vaticano publicó un nuevo documento sobre el llamado “Secreto de Confesión”, al que está obligado cualquier miembro del clero católico, considerando que este secreto no puede ser anulado por presiones políticas o legales.
Fuente: Infovaticana