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Comienza éxodo de empresas en Colombia: ExxonMobil no es la única

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El socialismo ya empezó a hacer de las suyas en Colombia. Lo que está consiguiendo Gustavo Petro no se diferencia mucho de lo que comenzó Hugo Chávez en Venezuela hace más de dos décadas y hoy continúa su sucesor y aliado cercano de Petro, el dictador Nicolás Maduro, que llevó a una estampida de empresas de distintos sectores de la economía, muchas de las cuales, por cierto, buscaron refugio en el país vecino

Comienza éxodo de empresas en Colombia: ExxonMobil no es la única
El proyecto que abandona ExxonMobil en Colombia pertenecía 70 % a la petrolera estadounidense y 30 % a Patriot Energy. (Twitter)

“Atraer la inversión extranjera directa es muy difícil, pero espantarla es muy fácil”, le dijo el entonces presidente Iván Duque a su sucesor Gustavo Petro durante el proceso de empalme, pocos días antes de la toma de posesión del nuevo mandatario colombiano. Los resultados ya se están viendo. La política del Gobierno en materia energética, enfocada en un discurso más ideológico que económico, ya está espantando la inversión petrolera. ExxonMobil fue la primera compañía en anunciar la suspensión parcial de operaciones en Colombia. Pero no es la única. Emerald Enerty le sigue los pasos.

Después de haber obtenido las aprobaciones gubernamentales requeridas, la petrolera estadounidense anunció que se retira a partir del 31 de mayo de un contrato con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), así como del Acuerdo de Operación Conjunta que tenían con Patriot Energy Oil and Gas Inc, subsidiaria de Sintana Energy, para el bloque VMM-37, que se encuentra en la cuenca del valle Magdalena Medio.

Esta información se dio conocer dos días después del discurso de Petro en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, donde dijo que “la crisis climática no se soluciona sino dejando de extraer el petróleo, el carbón y el gas”.

ExxonMobil suspende operaciones en Colombia y el petrismo celebra

El proyecto que abandona ExxonMobil en Colombia pertenecía 70 % a la petrolera estadounidense y 30 % a Patriot Energy, según precisa La República, medio que además recuerda que en 2021 esta compañía había conseguido ingresos operacionales en el país por 6,09 billones de dólares, equivalentes a un aumento de 30,28 %. ExxonMobil había venido desarrollando actividades de exploración en Colombia desde hace más de 100 años.

Para que no quede duda de que se trata de una estrategia impulsada desde el propio gobierno para espantar la inversión petrolera como parte del discurso ambientalista extremo que no solo busca acabar con el fracking sino con la exploración y explotación de hidrocarburos en general, el exsenador aliado de Petro, Feliciano Valencia, celebró la decisión de la compañía de suspender el mencionado contrato a partir del 31 de mayo.

 

El contrato suspendido con la ANH corresponde al acuerdo especial ‘Platero’ firmado en junio de 2021 para realizar labores de investigación integral en el municipio de Puerto Wilches, departamento de Santander, con una inversión que se proyectaba en unos 53 millones de dólares.

Conflictividad social motivada por el discurso oficialista

Pero ExxonMobil no es la única petrolera que suspende parcialmente operaciones en Colombia. Emerald Energy solicitó a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) suspender su operación en el departamento de Caquetá por tres meses debido a los ataques sufridos en marzo de este año por parte de campesinos de la zona, movidos por el mismo discurso ambientalista que ha llevado al gobierno de Gustavo Petro a calificar al petróleo como “más venenoso que la cocaína”, según soltó sin medir las consecuencias el pasado 20 de septiembre durante su debut en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Aunque el plazo solicitado de tres meses por parte de Emerald Energy se cumple el 8 de mayo, no se descarta que la empresa pida una extensión de la suspensión de operaciones si la situación de conflictividad persiste. Son tres contratos en total los que tiene suspendidos la compañía por esta razón (Ombú, VSM-32 y Ceiba), así como un cuarto contrato (bloque Nogal) en proceso de terminación por mutuo acuerdo con el Estado, también por razones de orden público.

La actividad de Emerald Energy en Colombia actualmente se reduce a solo uno de los cinco contratos que tiene el país. Se trata del bloque denominado Maranta, en el departamento de Putumayo, en el cual se extrajeron 2000 barriles de petróleo por día (bpd) en enero pasado, del total de 6100 bpd que reportaba la compañía en total para la fecha. Con el cese parcial de operaciones, Colombia está dejando de percibir por concepto de regalías más de 625 millones de dólares diarios, según estimaciones publicadas por El Colombiano.

¿Una estrategia para espantar la inversión petrolera?

En el sector petrolero en Colombia se mantiene una incertidumbre en cuanto a la firma de nuevos contratos para la exploración petrolera que comenzó a tan solo dos meses de iniciado el nuevo gobierno cuando la ministra de Minas, Irene Vélez, dijo en declaraciones ofrecidas a la W Radio. que “no habrá nuevos contratos de exploración y explotación”, lo que evidentemente generó un efecto negativo inmediato en la economía que Gustavo Petro intentó resarcir sin éxito cuando le respondió desde su cuenta de Twitter a un comentario de la senadora Paloma Valencia que “en ninguna parte del país se ha prohibido ni el petróleo ni el gas”.

Sin embargo, con su propuesta de avanzar hacia un “capitalismo descarbonizado” que planteó en el Foro Económico Mundial, conocido como Foro de Davos, que se celebró a mediados de enero, con su ataque directo a los hidrocarburos en su discurso en la ONU en septiembre y con su reciente llamado a “dejar de extraer el petróleo, el carbón y el gas”, también en la tribuna de las Naciones Unidas, hace apenas tres días, no ha hecho más que elevar la preocupación de los inversores del sector.

Una historia repetida

Lo que está consiguiendo Gustavo Petro en Colombia no se diferencia mucho de lo que comenzó Hugo Chávez en Venezuela hace más de dos décadas y hoy continúa su sucesor y aliado cercano de Petro, el dictador Nicolás Maduro, que llevó a una estampida de empresas de distintos sectores de la economía, muchas de las cuales, por cierto, buscaron refugio en Colombia. Colgate-Palmolive, Cargill, Good Year, Pirelli, Kellogg’s, General Motors y Kimberly-Clark son solo algunas de una larga lista de compañías que huyeron del socialismo que llevó a la quiebra a la otrora potencia petrolera que solía ser la cuarta economía de América Latina. Hoy la historia parece repetirse en Colombia, donde ahora las empresas petroleras estarían iniciando una estampida para buscar mejores condiciones de inversión en el vecino Ecuador.

Fuente: Panampost

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