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Agente “Mikhailov”: el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill trabajó para la KGB en los años 70

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Su verdadero nombre es Vladimir Gundiayev, estaba destacado en Suiza y tenía la misión influir en el Consejo Ecuménico de las Iglesias. Ahora es un ferviente aliado de Putin y la invasión a Ucrania

El patriarca ortodoxo ruso Kirill, firme partidario del presidente Vladimir Putin, trabajó para los servicios de inteligencia soviéticos cuando vivía en Suiza en la década de 1970, informaron los periódicos suizos citando archivos desclasificados.

Según los rotativos Sonntagszeitung y Le Matin Dimanche, el expediente policial suizo sobre el que hoy es jefe espiritual de la Iglesia ortodoxa rusa “confirma que ‘monseñor Kirill’, como se le denomina en este documento, trabajó para la KGB”.

Los dos periódicos afirman haber tenido acceso al expediente en los archivos nacionales suizos.

Iglesia al servicio de Putin
A diferencia de su abuelo, un sacerdote víctima de las represiones estalinianas, Kirill -su nombre civil es Vladimir Gundiayev- encontró su lugar en el aparato de la Iglesia en la época soviética, sometida al régimen comunista. Por eso, desde hace tiempo se sospechaban sus estrechos vínculos con el KGB, que se apoyaba en la institución eclesial para espiar a los fieles.

Canadá, un país libre: detenido un estudiante que protestó contra el uso de los baños de chicas por transexuales
Alexander señaló: «Acabo de ser arrestado y acusado, en mi escuela secundaria católica, por asistir a clases después de haber sido excluido por indicar mi intención de adherirme a mis creencias religiosas”. Carlos de las Heras 08/02/23 14:45

Josh Alexander (16 años de edad) es un estudiante de un instituto católico de Canadá. Según recoge Infocatólica de NYP, Alexander fue suspendido por su instituto -no poder ir a la sede- por protestar contra la presencia de personas trans -en concreto, varones biológicos- en los baños de niñas y por argumentar en clase que Dios creó dos géneros inmutables.

La dirección de su instituto justificó sus suspensión en que su presencia sería «perjudicial para el bienestar físico y mental» de los estudiantes transexuales, según The Epoch Times.

Ahora la noticia es que fue detenido el pasado lunes por intentar entrar en su escuela. Pero este joven ha apelado al tribunal de derechos humanos de Ontario.

«La ofensa la define obviamente el ofendido», dijo Alexander a The Epoch Times. «Expresé mis creencias religiosas en clase y se descontroló. No a todo el mundo le va a gustar eso. Eso no me convierte en un matón. No significa que esté acosando a nadie. Ellos expresan sus creencias y yo expreso las mías. Las mías, obviamente, no encajan en la narrativa».

Alexander tuiteó lo siguiente:

«Acabo de ser arrestado y acusado en mi escuela secundaria católica por asistir a clases después de haber sido excluido por indicar mi intención de adherirme a mis creencias religiosas”.

Ver libro Persecución AC

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