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Centroamérica y su “retórica antimedios”, tierra hostil para la libertad de prensa

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Con la ayuda de las dos principales organizaciones de defensa de la libertad de prensa, Reporteros sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa, analizamos la situación en Centroamérica.
Con la ayuda de las dos principales organizaciones de defensa de la libertad de prensa, Reporteros sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa, analizamos la situación en Centroamérica. © France 24

Centroamérica nunca brilló por su compromiso con la libertad de prensa, pero en los últimos meses se han multiplicado los casos de encarcelamiento de periodistas, allanamientos ilegales a redacciones o el cierre de emisoras molestas para el poder. France 24 habló con dos pesos pesados de la defensa del periodismo, la Sociedad Interamericana de Prensa y Reporteros sin Fronteras, quienes ofrecen su poco alentador panorama y lanzan varias alertas.

Existen países donde, siempre que se tengan pruebas, se puede escribir y publicar sobre cualquier actividad abusiva de los gobernantes. Definitivamente este no es el caso de varios Estados centroamericanos, región que se ha convertido en una isla en la que la crítica se persigue y se castiga. La detención –el pasado viernes– de José Rubén Zamora, uno de los principales periodistas de Guatemala, lo ha hecho recordar.

Esta franja de tierra entre Guatemala y Panamá se está convirtiendo en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.

En Guatemala, los preocupantes indicios de una cruzada contra los periodistas críticos 

Empezamos con el país que echó sal a las heridas sin cicatrizar de la libertad de expresión en los países del istmo: Guatemala. El viernes 29 de julio, la Fiscalía realizó un allanamiento al diario ‘elPeriódico’ y encarceló a su director, José Rubén Zamora, sin informarle previamente de los delitos que se le imputaban.

El diario desentrañó casos de corrupción y abusos públicos que implican a las más altas esferas del poder -involucrando hasta al propio mandatario Alejandro Giammattei- y la detención de su director ocurrió justo después de nuevas publicaciones en ese sentido.

Sin embargo, el fiscal a cargo del caso mantuvo que la captura de Zamora no tenía que ver con su condición de periodista: «Está capturado como empresario», sostuvo.

Una afirmación que no convence a la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF): «Estamos hablando de uno de los periodistas más grandes de Guatemala, por su historial de revelaciones y su compromiso con el periodismo. Personalmente, ver las fotos de José esposado me horrorizó», confía a France 24 Emmanuel Colombié, director de la Oficina de RSF en América Latina.

Pero por horrendas que sean, esas prácticas siguen siendo habituales en la región: «En toda Centroamérica, identificamos métodos similares. Desde el más alto nivel del Estado recurren a todo un abanico de medidas para censurar. Empezando por un discurso de la clase política que estigmatiza públicamente a los periodistas y los presenta como el enemigo del pueblo», agrega Colombié.

Dentro de este abanico, el uso del poder judicial para arremeter contra medios de comunicación se está también convirtiendo en una tendencia preocupante en Centroamérica.

Y estas formas de silenciar las voces disidentes se amplían conforme la creatividad de los gobiernos que coquetean con el autoritarismo: «Pesquisas ilegales de las redacciones, censura administrativa y hasta desabastecimiento organizado de papel para que no se puedan imprimir los periódicos», señala RSF.

El suceso en Guatemala activó una vez más las alarmas en Centroamérica. Pero no es el único ataque a la prensa de la región en las últimas semanas.

Daniel Ortega y su cruzada contra las voces críticas  

A principios de agosto, el Gobierno nicaragüense ordenó el cierre de 11 emisoras de radio católicas. Otra cruzada sintomática de esa persecución de Daniel Ortega a los medios críticos de su gobierno es la llevada a cabo contra el diario ‘La Prensa’.

La última ofensiva contra el periódico ocurrió durante la noche del 6 de julio en Managua, cuando la policía irrumpió y registró ilegalmente los domicilios de varios empleados. Este operativo de gran envergadura se saldó con el exilio forzado de los últimos periodistas y colaboradores del matutino.

«Ortega quiere apagar la luz», ilustra Emmanuel Colombié. «Y no hay motivos para ser optimistas mientras él esté en el poder». Y es que al presidente de Nicaragua nada lo detiene en su afán de controlar la información.

Presiones judiciales y asfixia económica contra los medios independientes, auditorías abusivas, detenciones arbitrarias o leyes inconstitucionales, «unos medios ilegales que ni siquiera se usan con el peor enemigo», resalta Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en entrevista con France 24.

Según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua, el Ejecutivo nicaragüense ha llevado al exilio a más de 120 profesionales de la información.

Una cuestión que preocupa especialmente a Emmanuel Colombié. «No se puede hacer el mismo trabajo de información desde el exilio ya que el acceso a las fuentes dentro del país se reduce. Además, los periodistas se enfrentan a dificultades económicas, sin hablar del daño psicológico de haber tenido que dejar de un día para otro a su país, su familia», sostiene el experto.

"Ese matrimonio Ortega-Murillo ahogó la prensa para convertirla en una cuestion marginal que está luchando para sobrevivir", cuenta a France 24 Carlos Jornet, de la SIP.
«Ese matrimonio Ortega-Murillo ahogó la prensa para convertirla en una cuestion marginal que está luchando para sobrevivir», cuenta a France 24 Carlos Jornet, de la SIP. © Alfredo Zuniga / AP

«En materia de libertad de prensa, Nicaragua no se limita a ser el peor alumno de la región: también es su mejor maestro. Está armando un manual preciso para implementar el acallamiento de la prensa que otros gobiernos parecen seguir», alerta Carlos Jornet.

De hecho, en los últimos días, varios activistas de la libertad de prensa han comparado el ‘caso Zamora’ en Guatemala con un proceder habitualmente atribuido a Nicaragua.

«Dentro de la SIP, -de Cuba, Nicaragua y Venezuela -, solíamos hablar de un ‘Triángulo de las Bermudas’ donde naufragan las libertades. Ahora, si toca agregar a Guatemala, El Salvador y otros, va a empezar a ser un polígono más amplio», se ríe con amargura Carlos Jornet.

La deriva autoritaria de El Salvador no exceptúa a la prensa

Y ciertamente El Salvador se está convirtiendo en un vértice importante de este deplorable panorama de la libertad de prensa en la región. Un informe elaborado por el Observatorio Universitario de Derechos Humanos denuncia que los medios de comunicación locales fueron blanco de decenas de ataques, intimidación, casos de espionaje y desacreditación a lo largo del 2021.

Y son situaciones que han ido en aumento, pasando de 77 casos de agresiones a periodistas en 2019, a 219 en el 2021. Se trata de un repunte de 184%.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele habla hoy en San Salvador (El Salvador). El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo este martes que "debemos arreciar la guerra contra las pandillas" después de que tres elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron asesinados por pandilleros en el occidental departamento de Santa Ana.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele habla hoy en San Salvador (El Salvador). El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo este martes que «debemos arreciar la guerra contra las pandillas» después de que tres elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron asesinados por pandilleros en el occidental departamento de Santa Ana. © Miguel Lemus / EFE

«En El Salvador, preocupa la deriva autoritaria de Nayib Bukele. Está centralizando el monopolio de la información, vía Twitter», anota el director de la Oficina de RSF en América Latina.

Y es cierto que las noticias positivas y rimbombantes abundan en la cuenta de Twitter del presidente de El Salvador. Se convierte en un problema cuando un escaso o nulo acceso a la información pública impide que los ciudadanos puedan dimensionar la realidad en la que viven, con estadísticas o datos verificados.

«Pero Bukele no se limita a twittear, sus ataques a la prensa también son frontales. Los periódicos críticos son abiertamente insultados, sus colaboradores reciben amenazas de muerte. Cabe mencionar también los casos de espionaje por Pegasus», ilustra Emmanuel Colombié.

En efecto, en enero Amnistía Internacional dio a conocer un informe que lista «35 casos de periodistas y miembros de la sociedad civil» que fueron presuntamente espiados con el programa Pegasus en El Salvador.

Al igual que en Nicaragua, «la retórica antimedios» del mandatario salvadoreño también contamina el marco legal que debería proteger la prensa. El último y notorio ejemplo reside en una ley, votada en la primera semana de abril, que penaliza a quienes «reproduzcan mensajes presuntamente originados u originados por pandillas» con hasta 15 años de cárcel.

Cuba, donde la voz de la prensa oficialista impera 

No se puede hablar de amenazas a la libertad de prensa en la región de Centroamérica y el Caribe sin mencionar a Cuba. El ranking de 2022 de RSF ubica al país insular en el puesto 173, de 180 países.

Y esa situación «no mejorará mientras el régimen castrista esté en el poder, de eso no hay dudas. ¿Cómo podría ser así si la propia Constitución cubana prohíbe la creación de un medio de comunicación privado?», apunta Colombié.

"La desconfianza hacia la prensa ha seguido ganando terreno, alimentada por una retórica contra los medios y una generalización de los discursos estigmatizantes por parte de la clase política, especialmente en Brasil (puesto 110º de la Clasificación), Cuba (173º), Venezuela (159º), Nicaragua (160º) y El Salvador (112º)", indica RSF.
«La desconfianza hacia la prensa ha seguido ganando terreno, alimentada por una retórica contra los medios y una generalización de los discursos estigmatizantes por parte de la clase política, especialmente en Brasil (puesto 110º de la Clasificación), Cuba (173º), Venezuela (159º), Nicaragua (160º) y El Salvador (112º)», indica RSF. © Reporteros Sin Fronteras

En la isla, la prensa independiente solo puede existir a través de Internet. Pero como su acceso se ve regularmente limitado, con averías tecnológicas y cortes de electricidad – como el ocurrido el 11 de julio de 2021 en medio de las inéditas protestas- el trabajo de los periodistas resulta cada vez más complicado.

Honduras, el país donde reina la impunidad en torno a los asesinatos de periodistas 

Del lado de Honduras, ejercer un periodismo de calidad y objetivo continúa siendo un desafío. Un ejercicio que puede costar la vida. El Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras calcula que 97 reporteros fueron asesinados en el país desde 2001.

Tragedias de las que el 91% quedaron impunes, según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos. Ese dato permite abordar un tema clave para entender cómo la pasividad de la Justicia alienta esta espiral de violencia en ese rincón del mundo.

Con el inicio del nuevo gobierno de Xiomara Castro, se logró la derogación de una de las leyes restrictivas a la libertad de expresión que impedía el acceso a información pública para investigaciones en materia de corrupción.
Con el inicio del nuevo gobierno de Xiomara Castro, se logró la derogación de una de las leyes restrictivas a la libertad de expresión que impedía el acceso a información pública para investigaciones en materia de corrupción. © Erin Schaff / AP

«En Latinoamérica, menos del 10% de los casos de asesinatos a periodistas terminan en condenas. Lo que además de abrir la puerta para que sigan ocurriendo estos hechos, constituye un dolor agravado para las familias de las víctimas», lamenta por su parte Jornet.

Aún así, de acuerdo con el Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y Prensa de la SIP; de un máximo de 100 puntos posibles, al país centroamericano se le otorgó 61,47 puntos, por encima del índice global de 55,61 puntos.

Reprimenda para el buen estudiante de la región: Costa Rica

Único país de color verde en la Clasificación mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF: Costa Rica.

Sin embargo, el director de la Oficina de la ONG en América Latina expresa reservas. «Costa Rica fue durante mucho tiempo el buen alumno de la región y lo sigue siendo si comparamos con sus vecinos. Tiene instituciones sólidas, un marco legal favorable al ejercicio del periodismo; es ciertamente una excepción regional. Pero no es un paraíso».

En efecto, el pasado 3 de agosto el presidente Rodrigo Chaves Robles comparó a miembros de la prensa con «ratas» y otras especies de la «fauna». Comentarios que no impiden al mandatario presentarse como un fiel defensor de la libertad de expresión.

«La prensa en Costa Rica goza de buena salud. Tiene un Gobierno que la va a defender a toda costa. ¿Acaso hay algún medio cerrado? ¿Algún periodista detenido? ¿Alguna rotativa parada? Obviamente no», subraya el mandatario.

En ese sentido, Carlos Jornet recuerda también que Costa Rica ha dado y sigue dando la posibilidad de seguir trabajando a los numerosos periodistas nicaragüenses exiliados en su territorio.

Periodistas, los últimos «baluartes» contra la desinformación

Así queda establecido el panorama de la libertad de prensa en Centroamérica. La región nunca se ha vanagloriado de ser un modelo en materia de libertad de prensa por una sencilla razón: «Cuando la estructura del Estado está corrupta, los periodistas incomodan», sentencia Colombié.

Sin embargo, una coyuntura está haciendo que el suelo bajo los pies de los periodistas sea aún más inestable. Lo explica Carlos Jornet: «Gobiernos que, lejos de aportar soluciones, dejan a los periodistas a merced de los sicarios… Esto hace que hoy sea un momento más crítico que nunca para la profesión».

Así queda difícil el ejercicio del derecho de todo ciudadano a estar informado, «especialmente en esta era de desinformación, contra la cual los periodistas son los últimos baluartes», concluye Emmanuel Colombié.

Un paisaje desolador que también evoca a Albert Camus: «La prensa libre puede, por supuesto, ser buena o mala; pero, con toda seguridad, sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”, advertía el escritor y periodista francés.

Mientras algunos gobiernos se hacen cada día más alérgicos a la crítica de la prensa, miles de periodistas, sobre todo en las regiones, siguen arriesgando su tranquilidad y hasta sus vidas para ejercer lo que Gabriel García Márquez llamó el «mejor oficio del mundo», paradójicamente uno de los más arriesgados

Fuente: France 24

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