Aumenta la tensión entre Venezuela y España después de que el Gobierno decidiera dar asilo político al presidente electo de acuerdo a las actas publicadas por la oposición, Edmundo González Urrutia, y el Congreso de los Diputados aprobarse su reconocimiento como tal con los votos en contra de los partidos que forman el Ejecutivo de coalición, PSOE y Sumar.
Poco después de que González Urrutia fuera recibido por Pedro Sánchez dándole un trato presidencial, el palacio de Miraflores ha decidido dar un paso más en la escalada de tensión entre ambos países que comenzó el 28 de julio tras las controvertidas y cuestionadas elecciones.
El Gobierno habla de «dictadura» por primera vez
Venezuela ha llamado a consultas a su embajadora en Madrid, Gladys Gutiérrez. Esto implica que la máxima representante diplomática de Caracas debe regresar a su país de inmediato, donde permanecerá durante varios días. El paso lo dan, además, tras unas declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que ha tachado de «dictadura» al país americano. Es la primera vez que España habla en estos términos del régimen chavista.
Estos hechos, inéditos en la diplomacia entre ambos países, fragmentan aún más las relaciones entre Moncloa y Miraflores, deterioradas a pesar de que Pedro Sánchez aún no ha reconocido a González como presidente electo ni tampoco la Unión Europea, aunque se espera que el Parlamento comunitario lo haga lo próxima semana.
Romper todas las relaciones
Pero la cosa no se queda ahí. Mientras el Congreso español sí reconoce a González Urrutia tras la aprobación de la proposición no de ley por iniciativa del Partido Popular, el Parlamento venezolano propone romper «todas las relaciones» con España.
El presidente de la Asamblea Nacional, en un tono realmente duro, ha exigido la salida de «todos los representantes de la delegación del Reino de España y todos los consulados». Por si eso fuera poco, Jorge Rodríguez ha pedido detener los vuelos entre ambos países y los acuerdos comerciales.
Una «declaración de guerra»
Rodríguez interpreta los últimos movimientos políticos en España como una «declaración de guerra» contra el pueblo venezolano. «Este atropello es inaceptable. Estamos dispuestos a todo, menos a renunciar a nuestra independencia y a nuestra soberanía», ha dicho.
Lo cierto es que esta situación preocupa y mucho, no solo a los venezolanos que se encuentran en el país, sino a los más de ocho millones que huyeron del régimen chavista y que se han visto obligados a emigrar. Entre ellos, la periodista Goizeder Azúa, muy querida en Venezuela, país que abandonó hace años y al que no puede volver ante el riesgo de ser detenida, algo que le ha ocurrido a muchos de sus colegas.
La voz de los venezolanos en el exilio
«Tengo compañeros que están siendo perseguidos en este momento, otros que están detenidos», dice en declaraciones a ‘Euronews’, describiendo la situación de miseria que atraviesa el país desde hace años.
«Si vas a un hospital tienes que llevarte tus propios insumos. Si te vas a curar un cáncer quizás no te pueden dar tratamiento. La gente se muere porque no se pueden pagar un seguro. Hay familias que dependen de lo que les envían sus hijos desde el extranjero y que llevan años sin verse», relata conmocionada.
A todo ello, se suma ahora la brutal violencia y represión del régimen que ha detenido casi 2.000 presos políticos, entre los que habría menores de edad, según denuncia Foro Penal; y que comete torturas y violaciones de derechos humanos según Amnistía Internacional. Uzúa tiene la esperanza de que todo eso cambie cuando González Urrutia tome posesión del cargo el 10 de enero, pero para ello todavía hay mucho que hacer, dice. Mientras, «más del 85% de la población vive en pobreza«.
«Tengo compañeros que están siendo perseguidos en este momento, otros que están detenidos», dice en declaraciones a ‘Euronews’, describiendo la situación de miseria que atraviesa el país desde hace años.
«Si vas a un hospital tienes que llevarte tus propios insumos. Si te vas a curar un cáncer quizás no te pueden dar tratamiento. La gente se muere porque no se pueden pagar un seguro. Hay familias que dependen de lo que les envían sus hijos desde el extranjero y que llevan años sin verse», relata conmocionada.
A todo ello, se suma ahora la brutal violencia y represión del régimen que ha detenido casi 2.000 presos políticos, entre los que habría menores de edad, según denuncia Foro Penal; y que comete torturas y violaciones de derechos humanos según Amnistía Internacional. Uzúa tiene la esperanza de que todo eso cambie cuando González Urrutia tome posesión del cargo el 10 de enero, pero para ello todavía hay mucho que hacer, dice. Mientras, «más del 85% de la población vive en pobreza«.
Regresar a su país
No pierde la esperanza de regresar a un país libre: «ese sería el sueño mío y de mis hijos«, dice. Pero para ello la presión internacional debe aumentar contra el chavismo. Por el momento la Unión Europea y España como Estado miembro no dan el paso de reconocer a Edmundo González. «¿Cómo es posible que la mayoría del Congreso vote a favor del reconocimiento del presidente legítimo pero el Gobierno no lo llame presidente?», se pregunta.
Fuente: Roberto Macedonio Vega& Euronews en español