El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por «traición a la patria», y excarcelado por unas horas por el Gobierno de Daniel Ortega, fue devuelto a la cárcel tras negarse a abandonar Nicaragua, informó este miércoles a EFE una fuente diplomática.
Fuentes eclesiales y diplomáticas revelaron a CONFIDENCIAL que el Vaticano envió a Managua a un representante diplomático de su Secretaría de Relaciones Exteriores para negociar con el Gobierno de Nicaragua la excarcelación y el exilio de monseñor Rolando Álvarez.
Sin embargo, el obispo no aceptó los términos impuestos para su destierro. Una fuente vinculada la Iglesia recordó que desde agosto de 2022, cuando el régimen de Daniel Ortega impuso un cerco policial en la curia de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez se ha rehusado a aceptar la opción del destierro o el exilio que le pretenden imponer, y reclama su libertad incondicional y la de todos los sacerdotes encarcelados. Por esa misma razón de principios, se rehusó a aceptar el destierro que el régimen impuso a otros 221 presos políticos, entre ellos varios sacerdotes, el 9 de febrero.
“La única circunstancia en la que monseñor Álvarez aceptaría irse al exilio es si el papa Francisco se lo pide o se lo ordena, y eso no ocurrió antes, ni tampoco ha ocurrido en las pláticas que llevaron a cabo esta semana con un representante diplomático del Vaticano”, explicó la fuente.
No obstante, el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes negó que Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, haya sido excarcelado por las autoridades nicaragüenses. «Es pura especulación», sostuvo Brenes, también arzobispo de Managua, en declaraciones ofrecidas a la emisora La Corporación.
Mientras tanto, el régimen de Ortega mantiene en la cárcel La Modelo a los sacerdotes Leonardo Urbina (detenido en Boaco), Manuel García (detenido en Nandaime), ambos condenados por presuntos delitos comunes, y al sacerdote Jaime Montesinos, acusado por “menoscabo a la soberanía nacional”.
Otros dos sacerdotes Pastor Rodríguez y Leonardo Guevara, ambos asociados a Cáritas de Estelí, se encuentran detenidos en un “seminario por cárcel”, mientras son objeto de una investigación financiera por presunto lavado de dinero, a través de la cual el régimen mantiene congeladas todas las cuentas bancarias de la Iglesia católica.
Monseñor Álvarez también demandó la liberación de todos los sacerdotes encarcelados y el descongelamiento de todas las cuentas de las diócesis de la Iglesia católica, peticiones que fueron rechazadas por el Gobierno.
Fuente: Infovaticana