Lula retiró a Brasil de alianza internacional contra el aborto

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La decisión se hizo pública en un pronunciamiento conjunto de los Ministerios de Relaciones Exteriores, de la Mujer, Salud y de los Derechos Humanos. La alianza que hoy abandona Lula es conocida como el acuerdo internacional del Consenso de Ginebra, en defensa de la vida, la salud de la mujer, el fortalecimiento de la familia y la soberanía de cada nación en Políticas globales. Este se había firmado en octubre de 2020 y contaba en su momento con el respaldo de 34 países.

Tal como hizo su par de América del Norte, Joe Biden, con la administración anterior, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, en su condición de presidente, tiene como meta toda huella de su predecesor, Jair Bolsonaro. Ahora, en un giro de 180 grados, el gobierno del referente del Partido de los Trabajadores (PT) retiró a Brasil de la declaración internacional contra el aborto.

La decisión se hizo pública en un pronunciamiento conjunto de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Salud y de la Mujer de los Derechos Humanos. La alianza que hoy abandona Lula es conocida como el acuerdo internacional del Consenso de Ginebra, en defensa de la vida, la salud de la mujer, el fortalecimiento de la familia y la soberanía de cada nación en Políticas globales. Este se había firmado en octubre de 2020 y contaba en su momento con el respaldo de 34 países, siendo Colombia (en el gobierno anterior) el último en firmar.

Entre los países signatarios de la Declaración de Ginebra estuvieron involucrados Estados Unidos, Egipto, Hungría, Indonesia, Uganda, Arabia Saudita, Bielorrusia, República Democrática del Congo, Haití, Iraq, Kuwait, Pakistán, Senegal, Emiratos Árabes Unidos, entre otros.

Cuando en las Naciones Unidas intentaron volver al aborto un derecho, Brasil lideró una iniciativa para frenarlo. El gigante suramericano se destacó como nación en defensa de la vida desde la concepción, mientras a nivel regional los vecinos iban contra su propia constitución. Es más, durante su gestión, Bolsonaro juró que bajo su gestión el aborto ni siquiera se iba a debatir y así fue.

En total contraposición, Lula retira a Brasil de este bastión que lucha contra el aborto. Su gobierno acusa que el Consenso de Ginebra «contiene una comprensión limitante de los derechos sexuales y reproductivos y del concepto de familia y puede comprometer la plena implementación de la legislación nacional en la materia, incluidos los principios del SUS (Sistema Único de Salud)».

El actual gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), cuyo líder es Lula, decidió promover el aborto bajo el discurso de «la garantía efectiva e integral de la salud de la mujer, en consonancia con lo dispuesto en la legislación nacional». Respecto a la familia, promueve lo que llama «diferentes configuraciones familiares».

La Iglesia se pronuncia ante esta medida

La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) emitió un pronunciamiento al respecto y desaprobó “todas y cualquier iniciativa que señale la flexibilización del aborto”. A su vez, pide al Gobierno Federal aclaración sobre esa desvinculación de Brasil de la Convención de Ginebra, considerando que la defensa del niño por nacer fue un compromiso asumido en la campaña del gobierno que acaba de llegar al poder.

En el comunicado, la CNBB destaca que es “necesario recordar que todo atentado contra la vida es también una agresión contra el Estado Democrático de Derecho y configura atentados contra la dignidad y el bienestar social”, y “llama a todos a unirse en defensa y en la protección de la vida en todas sus etapas, misión que exige el compromiso con los pobres, con las mujeres embarazadas y sus familias, especialmente con la vida desvalida en gestación”.

Asimismo, el cardenal brasileño Odilo Scherer, quien actualmente es el arzobispo de São Paulo, rehazó esta medida e indicó lo siguiente: «¡La Iglesia Católica no está a favor del aborto! No está, nunca estuvo y nunca estará a favor del aborto».

Tribunal mintió sobre el aborto para ganar el voto cristiano
Una vez en la presidencia, Lula dio la espalda al discurso que lo llevó al poder. Dado que Bolsonaro lideraba el voto cristiano, en la recta final del proceso electoral, el izquierdista apareció en televisión con dos frailes franciscanos. Aunque a lo largo de su carrera Lula, y sobre todo su partido, se ha declarado favorable al aborto, cerca de la elección lo negó. Incluso el Tribunal Supremo Electoral prohibió al entonces candidato Jair Bolsonaro difundir «noticias falsas» sobre la promoción del aborto por parte de Lula.

Es decir, el tribunal electoral, al igual que la justicia en general (tomar en consideración que 7 de los 11 jueces del Supremo Tribunal Federal fueron nominados por el PT), se mostraron favorables a Lula.

«Solo han pasado 17 días desde el apocalipsis y ya se comprobó que NO ERA FAKE NEWS que Lula aprueba el aborto. Decían que el «amor venció». Defienden a las tortugas bebés, pero matan a sus propios hijos diciendo que es un método anticonceptivo o un «derecho reproductivo». ¡Hipócritas!», exclama la periodista Cristina Graeml.

¿Lula será tan radical como Biden?

Lo que queda ahora es ver cuan radical va a ser este giro que Lula está dando en Brasil o si será moderado. Pues la radicalidad sería una contradicción a su discurso electoral. Biden, por ejemplo, al reemplazar a Donald Trump de la Casa Blanca, llevó la agenda del aborto tan lejos que restituyó el uso de fondos federales; incluso para financiarlo de México para el sur.

Es más, 210 legisladores demócratas votaron en contra de proteger a los recién nacidos que sobreviven abortos. Pero fueron superados por 220 republicanos que votaron a favor. Este voto mostró que los promotores del aborto no se detienen dentro del vientre, tampoco respetan la vida después de nacer.

Sin embargo, Brasil, a diferencia de EE.UU., tiene una carta magna que declara a la vida un derecho inviolable. Lo cual dificultaría la implantación de una agenda radical. También está explícito en su Código Penal. El artículo 153 de la Constitución Federal de 1988 dice: «Todos los brasileños son iguales ante la ley, sin distinción alguna, garantizándose a los brasileños y a los extranjeros residentes en el país la inviolabilidad del derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la seguridad ya la propiedad (…)».

No obstante, el PT tiene a la justicia a su favor. Y el hecho que Lula retiró a Brasil de la principal alianza internacional en la lucha contra el aborto es un indicador que la agenda para legalizarlo está en marcha. En dicho caso deberá enfrentarse a un poder legislativo de mayoría bolsonarista o en su defecto hacerlo por la vía judicial, como hicieron México, Colombia y Ecuador. Esto se denomina activismo judicial. Ya que todo país hispanoamericano, salvo Cuba, es firmante del Pacto de San José y por ende defensor de la vida desde la concepción.