Rusia ha declarado estar cerca de la primera gran «victoria» de los últimos seis meses desde la invasión a Ucrania.

La ciudad de Bakhmut, en el este ucraniano y urbe reducida a ruinas, se encontraría rodeada casi por completo por el grupo ruso de mercenarios Wagner, que ha resultado crucial en el impulso del Ejército de Moscú para avanzar en sus ambiciones invasoras, tras meses de complicaciones en el campo de batalla.

Esta es la versión del jefe del grupo paramilitar Yevgeny Prigozhin, quien habría instado al presidente ucraniano Volodímir Zelenski a ordenar el retiro del Ejército de Kiev para salvar la vida de sus soldados.

«Unidades de la compañía militar privada Wagner prácticamente han rodeado Bakhmut (…) Las pinzas se están cerrando», afirmó Prigozhin en un video grabado desde una azotea y en el que apareció con uniforme de combate.

Luego, la cámara muestra a tres ucranianos capturados, un hombre mayor con barba y dos menores, que piden irse a casa. A partir de edificios, ‘Reuters’ determinó que las imágenes fueron grabadas en Paraskoviivka, un pueblo a 7 kilómetros al norte del centro de Bakhmut.

Tropas y mercenarios rusos habrían cerrado este 3 de marzo las últimas rutas de acceso a la sitiada ciudad. «Solo queda una ruta de salida», añadió el jefe del grupo paramilitar ruso, al insistir que estrechan el cerco a las fuerzas de Kiev, así como sus vías de suministro.

La toma de Bakhmut resulta estratégica, ya que abriría a Moscú el camino para tomar los últimos centros urbanos que quedan fuera de su poder en la región de Donetsk.

¿Las últimas horas de la resistencia ucraniana en Bakhmut?

Periodistas de la agencia ‘Reuters’ ubicados al oeste de Bakhmut indicaron que vieron a militares ucranianos cavando nuevas trincheras para tomar posiciones defensivas.

Además, el portavoz del Comando Operacional del Este, Serhiy Cherevaty, dijo que por ahora las fuerzas ucranianas se aferran «heroicamente» a la ciudad, incluso en momentos en que las tropas invasoras intensifican sus ataques.

«Los defensores del frente de Bakhmut están defendiendo heroicamente este segmento del frente mientras agotan, sangran y debilitan al enemigo», sostuvo Cherevaty.

La situación es «crítica», con enfrentamientos «las 24 horas», aunque el lado ruso estaría sufriendo grandes pérdidas humanas, com señaló Volodímir Nazarenko, subcomandante de la Guardia Nacional de Ucrania, a la estación de radio ucraniana ‘NV’.

«No toman en cuenta sus pérdidas al tratar de tomar la ciudad por asalto. La tarea de nuestras fuerzas en Bakhmut es infligir tantas pérdidas al enemigo como sea posible. Cada metro de tierra ucraniana le cuesta cientos de vidas al enemigo», detalló.

Aun así, el alto mando militar de la nación ocupada destacó que sus militares requieren más armamento para defender Bakhmut: «Necesitamos tanta munición como sea posible. Hay muchos más rusos que las municiones que tenemos para destruirlos», clamó Nazarenko.

Por otra parte, Robert Brovdi, comandante de una unidad de drones ucranianos activa en Bakhmut y denominada «Madyar», afirmó en un video publicado en redes sociales que el Ejército ordenó a su bloque militar retirarse de la ciudad de inmediato.

Kiev intenta paliar el cerco ruso, pero evalúa su repliegue. El portavoz del Comando Operacional del Este, Serhiy Cherevaty, agregó que sobre la mesa ha estado la opción de retirarse, pero que esa decisión solo se tomaría en caso de que fuera «absolutamente necesario».

«Mientras el comando vea que tiene sentido mantener un determinado asentamiento, se luchará por él (…) Si hay que hacer una acción táctica, se hará», subrayó Cherevaty.

Scholz se reunirá con Biden para abordar la situación en Ucrania

Mientras los ataques se intensifican en el terreno, desde el exterior los aliados occidentales de Kiev barajan opciones de respaldo.

En este contexto se reúnen este viernes en Washington el canciller alemán, Olaf Scholz, y el mandatario estadounidense, Joe Biden, con el objetivo de «continuar nuestra estrecha sintonía» con relación a la agresión rusa.

Ambos sostendrán un encuentro en la Casa Blanca, después de que el 2 de marzo, en una sesión ante el Parlamento de su país, Scholz ratificara los compromisos de Berlín sobre la entrega de armas a Kiev y el entrenamiento de soldados ucranianos en territorio alemán.

No obstante, el líder del Gobierno de Alemania también dijo que está de acuerdo con Biden en que la OTAN «no es parte» de la guerra rusa en Ucrania.

Desde que inició el conflicto ruso-ucraniano hace más de un año, Occidente ha insistido en no intervenir de forma directa en el terreno, en medio de los temores de elevar la furia del Kremlin y desatar una guerra mayor que involucre a más países. Mas el creciente respaldo en armas para las defensas ucranianas ha sido considerado en los últimos días por Vladimir Putin como una amenaza directa.

Aunque Estados Unidos y países miembros de la OTAN aprobaron recientemente nuevos y millonarios desembolsos en asistencia militar, incluida la entrega de potentes tanques Leopard2, de fabricación alemana, y Abrams, de Estados Unidos, no se espera que esa ayuda llegue a las manos de las defensas ucranianas antes de la primavera o del verano.

Biden también señaló el pasado febrero que por ahora los aliados descartan el envío de aviones de combate a Kiev, como los caza F-16, que Zelenski urge le sean entregados a su Ejército.

Según señaló el presidente estadounidense el pasado 25 de febrero, Ucrania «no necesita ahora» esas aeronaves, pero esta también es otra apuesta por frenar una ira mayor del Kremlin.

Mientras tanto, el Ejército de la nación invadida resiste, en muchos casos con armamento obsoleto de la era de la Unión Soviética, como mostró un equipo de France24 que se trasladó a Bakhmut.

Con Reuters y medios locales