Tras dos años cerrada por la pandemia, la plaza de toros de Acho, en Lima, la más antigua de América Latina, ha reanudado la actividad. Cientos de peruanos acudieron al acto, pero no todo el mundo estaba contento. Los defensores de los derechos de los animales organizaron una protesta en la que se pedía que se considerara la ética de esta actividad y que se prohibiera.
Fuente: Sistema Integrado Digital