La COP29 de Bakú no parece un faro de esperanza. Los acontecimientos mundiales han llevado a esta cumbre del clima a centrarse en las finanzas, por lo que los resultados son aún más decepcionantes de lo habitual. Donald Trump llega como un elefante en una cacharrería amenazando con sacar al segundo mayor emisor del mundo del Acuerdo de París. La guerra de Israel en Gaza y la invasión rusa de Ucrania siguen ensombreciendo muchos esfuerzos diplomáticos en Azerbaiyán.
Además, están las cuestiones internas. La celebración de la tercera COP sobre el clima en un Estado petrolero está erosionando la confianza en el proceso. El presidente de Azerbaiyán , Ilham Aliyev, ha calificado los combustibles fósiles como un «regalo de Dios» y denunció la hipocresía de los líderes occidentales que critican la expansión gasística de su país.
En este contexto de omnipresente palabrería, las esperanzas de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC y evitar una catástrofe climática parecen escasas.
«¿Qué demonios estamos haciendo, reuniéndonos una y otra vez si no hay voluntad política en el horizonte para ir más allá de las palabras y unirnos para una acción significativa? dijo el primer ministro albanés, Edi Rama, en un discurso de introspección dirigido a sus colegas líderes mundiales.
«No cabe duda de que la COP29 es un espacio contaminado», denuncian no sin razón por Greta Thunberg y otros activistas del clima como una «conferencia de lavado verde» o también llamado ‘greenwashing’ en la que los grupos de presión de los combustibles fósilesdeambulan por los pasillos.
Pero también es una congregación de activistas que intentan cambiar las cosas. ‘Euronews’ conversó en Bakú con activistas que luchan por la acción climática en la COP29.
Luchar incluso en los momentos más oscuros
La activista climática alemana Luisa Neubauer desempeñó un papel destacado en la organización del movimiento Viernes por el futuro en 2018. Seis años después de aquellas protestas de estudiantes, Luisa prosigue su acción climática en la agenda política europea.
«Hay momentos en los que la aceleración es posible», reflexiona. «Cuando hemos alcanzado puntos de inflexión social, cuando de repente, como en 2019, se ganan elecciones gracias al clima. Y hay momentos como estos, en los que es más difícil ver la esperanza, en los que es más fácil caer en el cinismo.»
No dejar vía libre a la industria de los combustibles fósiles
«Estamos en una encrucijada. Y la industria de los combustibles fósiles es muy consciente. Y por eso trae la caballería hasta aquí», explica Neubauer a ‘Euronews’. «Así que si no hay activistas, le dejamos todo el espacio a los grupos de presión de los combustibles fósiles«.
A pesar de que el objetivo de 1,5 ºC se va perdiendo de vista, esta activista de 28 años subraya que ese objetivo representa mucho más que un umbral de temperatura, es una promesa al mundo.