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Las brujas de Mordisco: SEMANA revela cómo se mueve este criminal con un ejército de hechiceras que realizan rituales satánicos
El máximo cabecilla de las disidencias de las Farc es custodiado por un bloque de supuestas hechiceras que le realizan rituales permanentes. SEMANA revela los detalles de este plan satánico.
En el Amazonas, una zona donde la selva es espesa y los ríos son las únicas carreteras medio visibles, Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco, máximo cabecilla de las disidencias de las Farc, es como un fantasma: muchos hablan de él, pero pocos lo ven. Este sujeto sanguinario ha encontrado en esta zona de Colombia una creencia ciega en la brujería apoyada por indígenas, pero también hombres armados que lo cuidan.
SEMANA habló con el estricto grupo de hombres y mujeres de las Fuerzas Militares y de Policía que le siguen el rastro día y noche. Los detalles son impactantes y parece que se trata de una película de Halloween, pero es la realidad de muchos criminales en Colombia: la brujería para supuestamente escapar de la justicia.
“Ese bandido no sale de esa zona desde hace más de un año. Se ha ganado la confianza de las comunidades indígenas y ahora cree que los espíritus lo protegen de las balas”, contó a este medio un agente de inteligencia que ha seguido durante meses los pasos de Mordisco en su entorno más cercano. Las rutinas del cabecilla de las disidencias de las Farc no han sido las mismas, son muy cambiantes, pues, aunque no creía en las “cosas del más allá, ahora les tiene una fe impresionante”.
Cree en rituales de protección y no da un solo paso sin que sus brujas de cabecera le den el visto bueno y la llamada protección. “Varias brujas le han entregado huesos, piezas indígenas y objetos de protección. Él cree que esos amarres lo han salvado varias veces de las balas y de los bombardeos que le hemos hecho”, agregó la fuente.
El corazón de esta operación militar está en Araracuara, una inhóspita base de operaciones que instaló el Ejército y desde donde lanzan las ofensivas contra este sanguinario cabecilla. Mordisco siempre escapa minutos antes de los poderosos ataques de la fuerza pública.
“En uno de los operativos vimos el cráter del bombardeo. El video muestra la selva cerrada y en ese punto exacto él había estado horas antes haciendo un ritual de protección, porque el equipo que estaba en la zona lo vio acompañado de las dos brujas”, relató el agente.
Lo que cuenta este agente de inteligencia, que lleva varios años dentro de las Fuerzas Militares, concuerda con informes que muestran las veces que Mordisco ha evadido las operaciones sin explicaciones. El anillo de seguridad de este hombre es obligado a realizar un “cerco espiritual”. “A Alonso 40, su mano derecha, y a Jenny les encarga que, antes de descansar, preparen un ritual de brujería de protección. No se mueve sin eso”, dijo la fuente.
SEMANA conoció, mediante documentos de inteligencia militar, que con Mordisco andan seis hombres de protección, sumados a alias Alonso 40. “Si Mordisco cae, el sucesor natural sería él. Es su sombra, su escudo y el que organiza toda la seguridad”, detallan los documentos. Asimismo, aseguran que la más temida es alias Jenny, la mujer de confianza que dirige al menos 70 hombres del anillo de seguridad de Mordisco.
“Es la encargada de instrumentalizar a la población y de conseguir las brujas. Es quien organiza los rituales y selecciona los amuletos que él usa”, dijo el oficial. El expediente construido por los militares, con información suministrada por las comunidades y varios disidentes que se han entregado, da cuenta de que la mujer fue reclutada por el mismo Mordisco cuando era menor de edad y la formó militarmente en campamentos del sur del país.
“Él la crio como una guerrillera de confianza. Empezó siendo una mensajera, pero con el tiempo ascendió hasta volverse su aliada más cercana”, dicen apartes del documento reservado conocido por SEMANA.
Actualmente, Jenny es la cabecilla principal de la estructura Jhonier Arenas; este grupo delinque entre el norte del Amazonas y el departamento del Caquetá. Son los responsables de rutas de narcotráfico, tráfico de armas y la explotación ilícita de oro en alianza con grupos criminales brasileños.
“Ella se encarga directamente de la logística y las finanzas de Mordisco. Le consigue armas, mujeres y todo lo que necesite. También es la que da la alerta cuando se mueve la fuerza pública”, detalló el oficial de inteligencia.
El papel que juega esta criminal dentro de la organización de Mordisco es esencial: coordina con las brujas que le hacen los rituales a su jefe y también participa en cada uno de ellos buscando no caer en manos de las autoridades.
“Durante los rituales, ella participa activamente. Le entrega las manillas hechas con huesos y las oraciones que, según ellos, lo hacen invisible ante los helicópteros y toda la tecnología con la que contamos”, dijo el agente.
El agente de inteligencia contó que, aun cuando no cree mucho en la brujería, cada vez que salen a terreno oran a Dios para que nada malo les pase, pues, al parecer, no solo se enfrentan a un enemigo físico, sino a uno espiritual. “No sabemos si son huesos humanos o de animales. Lo que sí sabemos es que él no se los quita nunca. Dice que son su escudo espiritual”, relató la fuente.

La inteligencia de la fuerza pública pudo establecer que los supuestos amuletos de protección son recargados en unas extensas ceremonias donde pronuncian rezos y, en ese caso, Mordisco entrega dinero, comida y otros beneficios a las comunidades que lo cuidan.
“Las comunidades lo ayudan porque él compra la hoja de coca y mantiene la economía local. Con eso ha logrado una fidelidad casi religiosa”, explicó el agente.
El bombardeo que falló
Una de las operaciones que es casi imposible de creer para los hombres de inteligencia militar fue la ocurrida el domingo 5 de octubre, cuando un grupo de reconocimiento de seis hombres fue enviado a confirmar la presencia de Mordisco en un campamento.
“Estuvimos varios días observando. Lo vimos con las brujas, con Jenny y con Alonso 40. Hicieron un ritual y al día siguiente se ordenó el bombardeo”, contó el oficial. Lo increíble pasó: cuando bombardearon y el equipo llegó al terreno, Mordisco había escapado, no estaba entre los dados de baja y mucho menos entre los heridos. Nadie lo vio más y tampoco saben por dónde huyó.
“Nadie sabe cómo lo hace. Algunos dicen que lo protegen los espíritus; otros, que tiene un sistema de alerta con los indígenas. Lo cierto es que siempre se va minutos antes de que lleguemos. Todo es cuestión de minutos. Hemos puesto trampas dentro de los uniformados y no hay forma de que se filtre la información”, afirmó la fuente.
Lo que creen los agentes es que alias Jenny recibió mensajes de las brujas y sacó al cabecilla por una zona oculta antes de que llegaran los bombardeos en esta zona del Amazonas. No tienen otra explicación lógica militar. Hay quienes aseguran que se trata de una táctica psicológica de alias Mordisco con las comunidades, pues “él ha logrado que su gente crea que es intocable, que las balas no lo matan y que los bombardeos no lo tocan. Esa creencia los mantiene cohesionados y fanáticos”.
Las Fuerzas Militares y de Policía tienen el objetivo claro de capturar o dar de baja a Mordisco: “Estamos dentro de su zona de confort. Cada día reducimos su margen de maniobra, y, aunque use brujería o espíritus, la selva no lo va a salvar para siempre”. En el Amazonas, Mordisco es el protegido, y la gente dice que “nadie sabe qué tiene ese hombre, pero su fe en la brujería parece más fuerte que el miedo a la muerte”.