Parecía que el escándalo por las filtraciones del Pentágono había llegado a su fin. Entre la recién anunciada intención del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de optar por la reelección; su reunión con el mandatario colombiano Gustavo Petro y las tensiones internacionales en torno a Taiwán, el revuelo por aquellos documentos pareció difluirse. Pero otro informe los pone de nuevo sobre la mesa: esta vez sobre las intenciones de China de “secuestrar” satélites de otros países.

Las maniobras del gigante asiático para conquistar el espacio hicieron mucho ruido el año pasado. El comunismo chino no solo construye Tiangong, una mega estación que flotará en la órbita baja de la Tierra, sino que también descubrió un nuevo mineral en la Luna, donde además continúa buscando agua. Todo eso sumado a sus objetivos en común con Rusia fuera de la atmósfera.

Ahora se conocen sus planes de “tomar el control” de los satélites occidentales enemigos usando armas cibernéticas sofisticadas. El objetivo es hacerlos inútiles “para señales de datos o vigilancia durante la guerra”, según un informe de la CIA revisado por el Financial Times. La evaluación indica que “el impulso de China para desarrollar capacidades para ‘negar, explotar o secuestrar’ satélites enemigos es una parte central de su objetivo de controlar la información, que Pekín considera un ‘dominio de guerra’ clave”.

Engañar satélites en la guerra

Lo que sospecha EE. UU. en el informe es que China podría “ahogar” señales entre los satélites SpaceX, empresa fundada por Elon Musk. Casualidad o no, en diciembre de 2021 el régimen de Xi Jinping le reclamó al empresario por supuestamente amenazar la integridad de la estación Tiangong, ya que casi chocó con satélites Starlink.

El tema de la interferencia desde el espacio en caso de guerra también es delicado. Un ataque cibernético podría “imitar las señales que los satélites enemigos reciben de sus operadores, engañándolos para que sean tomados por completo o funcionen mal durante los momentos cruciales del combate”.

Las implicaciones de algo así serían enormes. Estos contribuyen al apoyo de los países en sus comunicaciones, radares, armas y vigilancia. Todo eso en manos del Partido Comunista de China sería la consolidación de lo que Xi Jinping mencionó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, durante su visita a Moscú. “Ahora hay cambios que no han ocurrido en 100 años. Y juntos estamos moviendo estos cambios”, le dijo ante las cámaras.

Es inevitable que la guerra en Ucrania sea mencionada a partir del nuevo documento filtrado, ya que una capacidad cibernética de esta naturaleza “superaría con creces cualquier cosa que Rusia haya desplegado” en ese país.

El ataque ruso en febrero de 2022

Hay precedentes de lo que busca hacer China al secuestrar satélites. Por ejemplo, el 24 de febrero de 2022, cuando Putin dio inicio formal a la guerra en Ucrania, “decenas de miles de conexiones a Internet en al menos 13 países se estaban interrumpiendo”, incluyendo toda Europa y el norte de África. Empresas en Reino Unido, Francia, Estados Unidos y sistemas de servicios públicos que monitorean miles de aerogeneradores en Alemania quedaron sin servicio. Las sospechas estaban sobre el gobierno ruso.

“El más crítico afectó a Ucrania: varios miles de sistemas satelitales de los que dependía el gobierno del presidente Volodímir Zelenskiy estaban caídos”, citó una investigación de Bloomberg. El ciberataque dificultó “coordinar los movimientos de tropas y aviones no tripulados en las horas posteriores a la invasión”.

Algo muy certero dijo al mencionado medio estadounidense Erin Miller, quien dirige el Centro de Análisis e Intercambio de Información Espacial: “La guerra realmente solo está revelando las capacidades”. Y es que la invasión a Ucrania se convirtió en el punto de partida para oficializar lo que buscan los autoritarismos globales en el nuevo orden mundial que tanto anhelan, incluso mirando hacia el espacio.

Fuente: Panampost