Connect with us

Ambientes costumbres y civilizaciones

El Doctor Angélico, el hombre que unió la razón con la Fe.

Published

on

Que discutió con Aristóteles… y lo hizo hablar como cristiano.

El teólogo más grande de la historia y uno de los filósofos más influyentes

Esta es la historia de Tomás de Aquino
1225 d.C.

En un castillo de Roccasecca, Italia, nace un niño destinado a cambiar el pensamiento cristiano para siempre.

Su nombre: Tomás de Aquino.

De familia noble, fue entregado desde niño a los monjes benedictinos.

Ahí empezó su formación: en silencio, oración y estudio.
Cuando Tomás decidió unirse a los dominicos, sus padres se opusieron.

Lo encerraron por más de un año. Incluso le enviaron una prostituta para hacerlo caer.

Tomás no solo resistió…

Sino que tomó un tizón del fuego y la ahuyentó.

Después, marcó la cruz en la pared con ese mismo tizón.
En la Universidad de París, sus compañeros se burlaban de su silencio.

Le apodaron el “buey mudo”

Pero su maestro, San Alberto Magno, dijo:

“Este buey mudo mugirá tan fuerte, que su voz se escuchará por toda la tierra.”

Y así fue.
Tomás vivió en un tiempo donde la filosofía de Aristóteles estaba siendo redescubierta.

Muchos temían que contradijera la fe cristiana.

Pero Tomás no huyó.

La leyó, la entendió, la bautizó.

Y demostró que toda verdad, venga de donde venga, proviene de Dios.
La “Summa Theologiae” es la síntesis más poderosa jamás escrita entre:

Filosofía y teología
Razón y revelación
Ciencia y fe

Casi todo lo que creemos como católicos tiene fundamento o eco en ella.

Cada argumento está estructurado con preguntas, objeciones y respuestas.

Una mente brillante al servicio de la Verdad.
No usó la Biblia, ni revelación, ni milagros.

Solo la razón.

• Todo lo que se mueve, es movido por otro.
• Toda causa tiene una causa anterior.
• Todo lo contingente necesita un ser necesario.
• Toda perfección señala a un ser perfecto.
• El orden del universo implica una inteligencia rectora.

Ese ser necesario, perfecto y motor de todo… es Dios.
El 6 de diciembre de 1273, después de una profunda experiencia mística, Tomás dejó de escribir.
Dijo:

“Todo lo que he escrito me parece paja… comparado con lo que he visto.”

Nunca terminó la Suma.

Murió tres meses después, con solo 49 años.
Tomás fue proclamado Doctor de la Iglesia.

El más importante teólogo de todos los tiempos.
El patrón de las universidades católicas.

Y el único cuyos escritos fueron colocados junto a la Biblia en el Concilio de Trento.

Nadie ha pensado con tanta profundidad… desde la fe.
Porque vivimos en una época donde se ha separado la fe de la razón.

La religión de la lógica.
La teología de la filosofía.
La verdad del lenguaje.

Y cuando eso ocurre… el alma queda huérfana.

Tomás no vino a dividir: vino a unir.
En tiempos de relativismo, sentimentalismo y confusión moral…

La claridad de Tomás es un faro.

No propone una fe ciega.
Sino una fe pensada.

Una fe con argumentos.

Una fe con alma, pero también con estructura.
La fe no es enemiga de la razón y pensar no es lo opuesto a creer.

Tomás de Aquino es el ejemplo perfecto de un hombre que pensó con Dios.

Y creyó… sin dejar de pensar.

Por eso, cada católico moderno debería leerlo.

Porque como él mismo dijo:

“La verdad es la misma venga de quien venga, porque toda verdad viene de Dios.”
Te invito a leer la Suma Teológica, es una obra obligada… incluso si eres ateo.

https://x.com/elcaminodelogos/status/1912524918522089866?s=19

 

 

 

 

 

 

 

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Necesito ayuda?