Miles de personas se reunieron en Milán este miércoles para rendir un último homenaje al multimillonario y ex primer ministro Silvio Berlusconi. Según la tradición, el funeral de Estado fue organizado en la catedral del Duomo de Milán. Allí asistieron el presidente italiano, Sergio Mattarella, la primera ministra del país, Giorgia Meloni; tres ex primeros ministros; sus cinco hijos y la compañera de Berlusconi.

También en el lugar se reunió la élite empresarial y política del país. Desde el extranjero, llegaron el presidente húngaro, Viktor Orban, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad.

El coche fúnebre de Berlusconi fue recibido por una multitud de admiradores reunidos en la plaza frente a la catedral, aclamando «Silvio», «Berlusconi presidente» y «Gracias, eres el único». Los aficionados del club de fútbol AC Milán, del cual fue presidente, también aplaudieron cuando el féretro fue llevado dentro de la iglesia.

Lucia Diele viajó desde Altamura, en Apulia, para poder asistir a la retransmisión del funeral en la plaza.

«Silvio Berlusconi ha sido el político más grande de la historia de Italia. Deja un vacío enorme que será imposible llenar», declaró a AFP.

El arzobispo de Milán, Mario Delpini, que llevó a cabo la ceremonia, no entró en los detalles del controvertido legado del expolítico. Lo describió como un hombre de negocios que buscaba notoriedad y que tuvo tanto admiradores como detractores.

«Cuando un hombre es político, intenta ganar. Tiene partidarios y adversarios. Algunos lo alaban, otros no lo soportan», resumió el arzobispo de Milán.

«Pero en este momento de despedida y oración, ¿qué podemos decir de Silvio Berlusconi? Ha sido un hombre: deseo de vida, deseo de amor, deseo de alegría», dijo Delpini.

Berlusconi murió a los 86 años el lunes en Milán de una leucemia crónica. El Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni decidió decretar un día de luto nacional este miércoles para su funeral, una medida inédita dedicada a un ex primer ministro que no fue presidente de la República.

Las banderas ondearon a media asta y se suspendieron la mayoría de los actos políticos. El Senado, donde Berlusconi aún ocupaba un escaño, suspendió todas sus sesiones plenarias hasta el 19 de junio y la Cámara de Diputados tampoco organizará votación hasta la semana que viene, aparte de una sesión sobre las pensiones mínimas.

La sociedad italiana dividida sobre el luto nacional

«La persona debe ser respetada per se. Es una persona que representa la historia de este país (…) Creo que nadie está libre de manchas», aseguró frente a las puertas de la catedral Barbara Cacellari, concejala de Forza Italia, el partido fundado por Berlusconi.

Pero para gran parte de la población, celebrar un día de luto nacional es inapropiado debido a los múltiples escándalos que marcaron la vida del político.

«No tuvo ningún respeto por el Estado cuando evadió impuestos», dijo Andrea Crisanti, senador del Partido Democrático (PD), de centro-izquierda, haciendo alusión a la condena de Berlusconi en 2013 a cuatro años de prisión —reducida por amnistía a un año— en el caso de fraude fiscal relacionado con su canal de televisión ‘Mediaset’.

«Los funerales de Estado están previstos y eso es correcto, pero el luto nacional por una persona divisiva como Silvio Berlusconi me parece una elección inapropiada», declaró, por su parte, Rosy Bindi, exministra de izquierdas del Gobierno Prodi II (2006-2008).

Varios periodistas también denunciaron la decisión.

«Berlusconi dividió Italia, insultó a los adversarios durante 30 años, criminalizó a los magistrados y no reconoció las leyes. ¿De qué estamos hablando?″, declaró el martes el periodista Marco Travaglio, cofundador del medio ‘Il Fatto Quotidiano’.

El ‘Cavaliere’, un personaje controvertido  

Berlusconi era llamado ‘cavaliere’, por el título de Cavaliere del Lavoro que le fue concedido después de un proyecto urbano en 1977 por el entonces presidente de la República, Giovanni Leone. Además, la gente reconocía su capacidad de abrirse espacios tanto en la política como en el mundo empresarial.

Comenzó su carrera como magnate inmobiliario antes de invertir en canales de televisión. También fue director del club de fútbol AC Milan desde 1986 hasta 2017. Fue, al mismo tiempo, admirado y criticado por su lado disidente, sus bromas groseras o su gusto por las mujeres de 50 años más jóvenes que él.

Berlusconi marcó profundamente el paisaje político italiano. Fue tres veces primer ministro, de mayo a diciembre de 1994, de 2001 a 2006 y, por último, de 2008 a 2011. Además, es el primer ministro que permaneció más tiempo en el poder: 3.340 días exactamente.

Sus admiradores consideran sus mandatos como periodos de estabilización, tras años de rápida rotación de gobiernos. Por otro lado, es reconocido como un precursor del tipo de política populista, una estrategia política parecida a la de Donald Trump en Estados Unidos. También fue criticado por su fuerte amistad con el líder ruso Vladimir Putin.

El multimillonario fue conocido por sus numerosos escándalos judiciales. Organizaba las famosas fiestas sexuales «bunga bunga» que le valieron varios procesos. En 2010, Karima El-Mahroug, de 17 años, afirmó haber recibido dinero por parte de Berlusconi a cambio de sexo. El político también fue acusado de sobornar a testigos para que mintieran sobre las fiestas, aunque finalmente fue absuelto.

En 2021 se le consideraba el sexto hombre más rico de Italia y el 318 del mundo. Deja atrás una fortuna estimada en siete mil millones de dólares, según el medio de comunicación Forbes, que heredaría a sus cinco hijos.

Con AP, EFE y AFP