Luchemos contra la guerra silenciosa en Navidad
La temporada de Navidad, que celebra el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, está cambiando rápidamente de un día sagrado religioso a una fiesta secular. Este cambio no se debe a ataques directos a la fiesta. Hace algunos años, los ataques abiertos a la Navidad por parte de los minoristas no produjeron los resultados deseados. Una poderosa reacción obligó al personal a decir una vez más Feliz Navidad en lugar de Felices Fiestas.
El problema de la desaparición de la Navidad no es tanto una guerra de comisión sino, lamentablemente, de omisión. La cultura irreligiosa hedonista de hoy libra una guerra silenciosa contra la Navidad que no es evidente. Los combatientes seculares siguen el principio del salami; socavar la Navidad una rebanada a la vez.
La multitud antinavideña ha optado por evitar ataques frontales que disminuyan la importancia de la Navidad eliminando silenciosamente importantes tradiciones y eventos navideños. Sus defensores buscan destronar a Nuestro Señor Jesucristo entre los cristianos haciendo que la gente olvide lo que una vez fue la Navidad.
La Navidad fue una vez el día sagrado preeminente e incluso una fiesta nacional en todo Estados Unidos. Las familias se prepararon para la Navidad durante el Adviento rezando, haciendo penitencia, decorando la casa, preparando el pesebre, horneando y seleccionando regalos para familiares y amigos.
El enfoque no estaba en los aspectos externos sino en lo que representaban. En tiempos mejores, la decoración, la cocina y la entrega de regalos eran símbolos de adoración al Rey recién nacido. En Navidad, las familias prepararon todo dando lo mejor de sí para la festividad, símbolo de Nuestro Señor entregando Su ser perfecto a la humanidad. Manjares que requerían algún gasto y mucho esfuerzo reflejaban la importancia de la Navidad. Tales preparaciones crearon una sensación de asombro en las familias y especialmente en los niños.
Las ceremonias navideñas impactaron tanto en las almas que incluso los no católicos asistieron a la misa de medianoche. Las personas que nunca entraron a una iglesia durante el año asistieron a la misa de Navidad. La gracia de la Navidad fue un imán increíble para atraer almas.
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Las celebraciones navideñas tradicionales crearon recuerdos para toda la vida. Aquellas familias con ricas tradiciones navideñas recuerdan las Navidades tanto de niños como de adultos. La gente recuerda el sentido de sacralidad en la Iglesia, el hogar y los lugares públicos.
Algunas devociones del día incluyeron oraciones especiales o la lectura del relato evangélico de la Natividad. Algunos rezaron los Misterios Gozosos del Rosario. Otros se reunieron para un banquete usando su mejor porcelana. Todos abrieron regalos y cantaron villancicos. Esto contrasta con la actualidad, cuando la Navidad puede ser similar a otros días.
Esta celebración familiar se extendió a la comunidad. Las tiendas entonaron villancicos navideños tradicionales a través de sus sistemas de sonido. Velas navideñas especiales se vendieron en las tiendas durante este tiempo. Para el deleite de los niños, también se ofrecieron dulces navideños para crear la impresión en la mente del niño de que la Navidad era importante y especial. Las ciudades y los pueblos pequeños solían exhibir belenes, al igual que las tiendas, los juzgados y los negocios.
Las ciudades más grandes solían tener tiendas que vendían artículos navideños durante todo el año. Algunos tenían una gran variedad de belenes diferentes de todo el mundo. También hubo luces, adornos y decoraciones.
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Aquellos que creen en la Navidad pueden ganar esta guerra silenciosa contra la Navidad pasando a la ofensiva. Las costumbres navideñas tradicionales deben ser desempolvadas y practicadas. Pregunte a sus parientes mayores cómo solía celebrarse la Navidad. Investigue las costumbres navideñas pasadas en línea o en libros. Desarrolle sus propias costumbres católicas que puedan transmitirse como tradiciones.
Para mantener a Cristo en la Navidad , considere realizar una Reunión del Rosario en la Plaza Pública de Navidad durante el Adviento para animar a otros a buscar el verdadero significado de la Navidad. Cante villancicos en voz alta con familiares y amigos como otra forma de poner fin a la guerra silenciosa contra la Navidad. Nunca es demasiado tarde para recibir al Niño Jesús en el hogar y la comunidad.
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