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Trump rechaza declarar ante la Fiscalía sobre los las investigaciones de sus negocios

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El expresidente Donald Trump deja la Torre Trump el 10 de agosto de 2022 para dirigirse a las oficinas de la Fiscalía General de Nueva York, Estados Unidos.
El expresidente Donald Trump deja la Torre Trump el 10 de agosto de 2022 para dirigirse a las oficinas de la Fiscalía General de Nueva York, Estados Unidos. © David Dee Delgado / Reuters

El expresidente de Estados Unidos se acogió a la Quinta Enmienda para no tener que responder a las preguntas de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que dirige una investigación civil sobre los negocios inmobiliarios de la Organización Trump. El magnate asegura que la investigación, igual que sus otros líos judiciales, son parte de una persecución política.

Un Trump normalmente ruidoso decidió quedarse en silencio este miércoles 10 de agosto frente a Letitia James, fiscal general de Nueva York. El expresidente decidió acogerse a la Quinta Enmienda, que establece que no se puede obligar a nadie a declarar contra sí mismo, para evitar el interrogatorio sobre su negocio familiar, la Organización Trump.

«Una vez pregunté, ‘si eres inocente, ¿para qué acogerte a la Quinta enmienda?’ Ahora ya sé la respuesta. Cuando toda tu familia, tu compañía y todas las personas de tu entorno se han convertido en objetivos de una caza de brujas políticamente motivada y sin fundamentos apoyada por abogados, fiscales y los medios de noticias falsas, no te queda opción».

Así justificaba su decisión Donald Trump en un largo comunicado dedicado principalmente a desprestigiar a James, a quien llama una «política fallida» que basa su carrera en «los maliciosos ataques» contra el expresidente y su compañía.

Imagen de archivo. La Fiscal General de Nueva Tork, Letitia James, en la campaña donde persiguió ser candidata demócrata a la Gobernación de Nueva York,
Imagen de archivo. La Fiscal General de Nueva Tork, Letitia James, en la campaña donde persiguió ser candidata demócrata a la Gobernación de Nueva York, © Joy Malone / Reuters 

La investigación de James, que empezó hace tres años, gira alrededor de los negocios inmobiliarios del empresario y político. La Fiscalía defiende que la Organización Trump infló los valores de algunas de sus propiedades, como edificios y campos de golf, para obtener mejores préstamos y reducciones favorables de impuestos.

Dos de los hijos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, que sirvió como consejera superior de la Casa Blanca durante el mandato de su progenitor, también son investigados en la misma causa.

El expresidente intentó evitar el proceso judicial con una denuncia contra la fiscal James que no prosperó.

Una irrupción sin precedentes en Mar-a-Lago

Este nuevo revuelo judicial llega solo dos días después de otro gran escándalo: el registro del FBI de Mar-a-Lago, la mansión en Florida de Trump.

La agencia de inteligencia estadounidense incautó «material sensible» que se cree son documentos clasificados que el político, como expresidente, está obligado a entregar a los Archivos Nacionales del Capitolio.

 

 

En octubre de 2021, Trump demandó a la comisión de la Cámara de Representantes que investiga su papel en el asalto al Capitolio con el objetivo de bloquear el acceso a más de 700 documentos oficiales, una demanda que el Tribunal Supremo denegó en enero de este año.

Algunos de esos documentos se recuperaron, pero no todos; por ese motivo, el FBI juzgó necesario irrumpir en la casa del expresidente.

La carrera presidencial de 2024

Las consecuencias de esta acción policial están por verse. Por ahora, el equipo de Trump lo usó para reforzar su discurso de que el magnate está siendo perseguido y hasta para recaudar fondos.

El político y empresario lleva insinuando que se presentará para las elecciones de 2024 y algunos temen que el cerco judicial que se ciñe sobre él tanto en la investigación del asalto al Capitolio del 6 de enero como en las investigaciones civiles sobre sus negocios, más que impedir que vuelva a buscar la presidencia de Estados Unidos, lo aliente.

Por ejemplo, hasta Mike Pence, ex vicepresidente de Trump, que se considera la cabeza fría que salvó los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, expresó su «preocupación» por las acciones del FBI.

A esto se suma el momento de debilidad que atraviesa el Partido Demócrata: según las últimas encuestas recogidas por la agencia Reuters, el 55% de la población estadounidense desaprueba el trabajo del presidente actual Joe Biden.

Los demócratas, además, no tienen un candidato claro para 2024 que pueda enfrentar a Trump desde ahora: Biden, por el momento, parece querer presentarse a la reelección, cuando ya tendrá 81 años. Sin embargo, no todos los demócratas comparten la idea de jugarse unos comicios tan relevantes con un candidato que no despierta pasiones.

Con EFE, Reuters y medios locales

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