Renuncia el primer ministro peruano Aníbal Torres, el cuarto de la Administración Castillo

Luego de casi seis meses como primer ministro de Perú, Aníbal Torres renunció a su cargo. En una carta dirigida al presidente del país, Pedro Castillo, este miércoles 3 agosto, el funcionario indicó que su decisión se debe a “razones personales».

Con la salida del primer ministro, el cuarto en dejar el cargo en el año de la volátil y polémica gestión que lleva el presidente Castillo cumplido el 28 de julio, todos los integrantes del gabinete deben presentar su renuncia al jefe de Estado.

Esa tradición en Perú empuja a que todos los ministros pongan sus cargos a disposición del presidente una vez dimite el primer ministro, encargado de la coordinación entre los integrantes del gabinete y de llevar las relaciones del Ejecutivo con los otros poderes del Estado.

Esto provocará una reorganización en momentos en que Castillo, que reconoce que ha cometido errores durante su primer año en el cargo, es investigado por la Fiscalía por cinco casos de presunta corrupción, entre ellos:

– Por liderar, supuestamente, una organización criminal al interior del Ejecutivo.

– Por supuesta corrupción y colusión agravada en un proyecto de obra pública.

– Por plagio en su tesis universitaria.

– Y por tráfico de influencias en un contrato estatal de adquisición de combustibles.

Al menos dos de los principales implicados en esos casos, el exministro de Transportes, Juan Silva, y el sobrino del mandatario, Fray Vásquez, están prófugos de la Justicia y la Policía Nacional ofrece una recompensa para lograr su ubicación y captura.

Además, la renuncia de Torres se da en medio del cerco judicial al presidente, que ha enfrentado dos intentos de destitución del Congreso -aún más impopular que Castillo con una desaprobación del 85%, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos-, y cuenta con una desaprobación del 74% según varios sondeos en el país.

Los argumentos de Aníbal Torres para dejar el cargo

Torres, de 79 años, acompañó a Castillo en su campaña presidencial, luego ingresó al Ejecutivo como ministro de Justicia el año pasado -en el primer gabinete ministerial del Gobierno- y luego asumió el cargo de jefe del gabinete el 8 de febrero, tiempo durante el cual el Gobierno ha acumulado cerca de 60 ministros en las distintas carteras por los continuos cambios en el gabinete, debido, según los analistas, a la falta de experiencia del mandatario en la gestión pública.

En la misiva publicada en redes sociales, Torres agradeció a Castillo. «Aprovecho esta oportunidad para agradecerle por la confianza depositada en mi persona, primero como ministro de Justicia, y luego como premier».

Y añadió que se retira del cargo “después de haber servido, conjuntamente con usted (Pedro Castillo), a nuestra patria, especialmente al pueblo más postergado y olvidado (…) Hoy me toca regresar a las aulas universitarias junto a mis alumnos y alumnas, y retomar lo que más extrañaba: la investigación jurídica», expresa en la carta.

División entre los legisladores por la dimisión de Aníbal Torres

Tras conocerse la renuncia de Torres, y lo que conlleva su dimisión, los legisladores de distintas bancadas políticas comentaron su paso por el Ejecutivo. Congresistas de oposición ya habían pedido su salida.

El congresista no agrupado Esdras Medina (exmiembro de Renovación Popular), se refirió a la dimisión del premier como buena para el Ejecutivo y señaló que, a pesar de la renuncia de Torres, la inestabilidad en Perú no para.

Para el congresista José Luna de Podemos Perú, la decisión de Torres debe motivar a Castillo a la misma decisión de tomar un paso al costado por todas las acusaciones en su contra.

Tania Ramírez, congresista fujimorista indicó que espera que la Fiscalía cumpla su trabajo e investigue a Aníbal Torres, ya que según indicó «existen testimonios que lo sindican como el operador para obstruir investigaciones en el caso de Bruno Pacheco».

Por su parte, el congresista independiente, Edward Málaga, afirmó a la emisora local ‘RPP’ que Torres, «siendo vocero político y responsable de los actos del Gobierno, es parte de todo este mecanismo de copamiento institucional del Estado, las designaciones erradas en los ministerios; además de un discurso lleno de resentimiento social (…) queda poco bueno de recordar de esta gestión».

Málaga expresó sus dudas de que Castillo convoque a «buenos cuadros» para reemplazar a Torres y tampoco consideró posible que «los buenos cuadros se acerquen a este Gobierno tan manchado por la corrupción».

Entretanto, el parlamentario Édgar Tello, del Bloque Magisterial, el más próximo a Pedro Castillo, señaló que la renuncia de Torres es una «baja muy importante» en el Gobierno y pidió al mandatario que su sucesor sea una persona «dialogante, de campo» y que «pueda recoger la problemática de la población».

Con AFP, AP, EFE y medios locales