Connect with us

Publicaciones

Nuestra Señora de las Lajas

Published

on

Por el profesor Plinio Corrêa de Oliveira En español, las lajas significa “las rocas”. Esta imagen fue impresa en las rocas de un desfiladero sobre el río Guáitara en Colombia cerca de la frontera con Ecuador. Tiene la característica singular de haber sido hecha por los ángeles. La figura se encuentra dentro de una cueva en las altas montañas, y era completamente desconocida hasta que se descubrió a mediados del siglo XVIII por una india. Nuestra Señora de las LajasNo está pintada, sino está misteriosamente impresa en la roca. Los colores no están aplicados en una capa superficial de pintura u otro material, sino penetran profundamente en la roca. Nadie sabe cómo se hizo el trabajo. Desde luego, no tiene una causa geológica natural. Nunca he oído de ningún caso donde la naturaleza reproduzca rostros humanos con tal perfección. La imagen representa a una dama noble de un período incierto, probablemente del siglo 16 o 17, en España. Cómo pasara la imagen inadvertida por todos en la cueva la imagen es un misterio. Las circunstancias parecen indicar que se trata de una imagen akeropita –akeropita en griego significa no hecha por manos humanas, esto es, hecha por los Ángeles.¿Cómo describir la belleza de esta imagen? Voy a comentar dos aspectos:. Los colores y las personas El conjunto de colores de la imagen da una idea indiscutible de majestad. Los colores detrás de la cabeza de Nuestra Señora crean un fondo de esplendor. El color burdeos de su vestido es de un rojo cálido y rico bordado con un patrón de flores de oro, dando la impresión de ser la prenda de una reina. Su pelo largo fluye libremente, de tal manera que evoca el aspecto de un manto real.

En mi opinión, es de un notable buen gusto la disposición del cabello que refuerza la idea de majestad. Las dos coronas son muy bellas, ricas y reales, pero creo que son un poco demasiado grandes para la proporción de las cabezas . Se han agregado más tarde Santuario de las Lajaspor los fieles en agradecimiento por las gracias recibidas. Observemos ahora la cara de la Virgen y cómo nos mira desde lo alto con una mirada seria de aprobación. No está sonriendo. Tiene la fisonomía real de una persona que impone respeto por su seguridad confiada. En cambio, el Divino Niño aparece lleno de amabilidad vuelto al que le suplica. Así, en lugar de tener la imagen clásica de un niño serio y una madre sonriente, aquí tenemos todo lo contrario. Se podría decir que Él es quien distribuye los dones, mientras que Ella se muestra como una reina. En realidad, hay algo profundo en este contraste. Es la idea de que Él es misericordioso, porque Él está sentado en el brazo de la Virgen. Comunica a la persona que ora un poco de su felicidad de estar con Ella. Hay algo extraño en el niño. A mí me parece que El es muy pequeño de tamaño. Su rostro y la actitud son las de un niño mayor, a pesar de su pequeño tamaño. ¿Es esto un error o hay la intención de expresar algo? Parece ser que expresa su Sabiduría en todas las etapas de su vida. Él no tenía las debilidades o la falta del uso de razón de un niño normal. Su sabiduría era perfecta en todas las épocas de su vida. Por lo tanto, lo que la imagen expresa es que, aun cuando era muy pequeño, ya era consciente de todo lo que hizo, como un hombre mayor. Después de haber examinado el niño, si volvemos nuestros ojos a la Virgen podemos ver cómo la imagen expresa la maternidad. Ella no mira al Niño directamente, pero tiene una enorme intimidad con Él. Esta maternidad llega al pecador que se arrodille ante ella. Ella es también su Madre. Esta imagen es una obra maestra que refleja tanto la majestad como la maternidad de la Virgen.

Historia Los historiadores y los científicos se sienten confusos al explicar esta fabulosa imagen en la pared de una cueva de América del Sur. Quizás siempre permanezca un enigma. Santuario de las LajasEn el siglo 18, María Mueses de Quiñones, una mujer indígena del pueblo de Potosí, Colombia, a menudo caminaba seis millas entre su pueblo y el vecino de Ipiales. Un día en 1754 cuando estaba haciendo el trayecto, se acercó al lugar llamado Las Lajas (las rocas), donde el camino pasa por una profunda garganta del río Guáitara. A María nunca le gustó esta parte del recorrido. Había rumores de que una cueva de Las Lajas estaba encantada. Estas supersticiones seguían entre los indios conversos cristianos. Llevaba a su hija Rosa, sordomuda, en la espalda según la costumbre de las indias. Cuando hubo subido a Las Lajas, como estaba cansada se sentó en una roca para descansar. Bajó a la niña de su espalda para que jugase. Después de un rato, Rosa salió de la cueva gritando: “¡Mamá, hay una mujer aquí con un niño en sus brazos” María se puso fuera de sí por el susto al ser la primera vez que había oído hablar a su hija. Ni siquiera entró en la cueva para ver los rostros de que habló su hija.. Tomó a la niña y se apresuró a llegar a Ipiales. Cuando ella contó lo que había pasado, nadie le tomó en serio al principio.Sin embargo, con la difusión de la nueva, algunos se le acercaron admitiendo que podría ser cierto lo que contaba. Después de todo, la niña podía hablar. Pocos días después, la niña Rosa desapareció de su casa. Después de buscarla por todas partes, la angustiada María supuso que su hija podía haber ido a la cueva. Porque la niña había dicho a menudo que la señora le llamaba. María corrió a Las Lajas y encontró a su hija delante de una dama noble jugando cariñosamente con un niño que había bajado de los brazos de su madre para que la niña disfrutara de su ternura divina. María cayó de rodillas ante este hermoso espectáculo. Temiendo las burlas si dijera que había visto a la Santísima Virgen y al Divino Niño, María guardó silencio acerca de los hechos. Pero ella y Rosa iban con frecuencia a la cueva para llevar flores silvestres y poner velas en las grietas de las rocas. Pasaron los meses, y María y Rosa mantenían su secreto. Finalmente, un día la niña cayó gravemente enferma y murió. La angustiada María decidió tomar el cuerpo de su hija y llevarlo a Las Lajas para pedir a la Señora que devolviera a la vida a Rosa. Conmovida por la tristeza de María y por sus súplicas incesantes, la Santísima Virgen obtuvo de su Divino Hijo la vuelta a la vida de Rosa. Rebosante de alegría, María regresó a su casa. No pasó mucho tiempo para que una multitud se reuniera a escuchar lo que había sucedido. A la mañana siguiente, tempranito, todo el mundo fue a Las Lajas, para comprobar los hechos por sí mismos. Entonces descubrieron la imagen maravillosa de la Virgen grabada en la pared de la gruta. Maria Muese Quiñones no pudo recordar nada hasta entonces para dar cuenta de ello de ello. El Niño Jesús estaba en los brazos de Nuestra Señora. A un lado de la Virgen estaba San Francisco, y en el otro Santo Domingo. Sus rasgos delicados y vívidos son los de un latinoamericana, tal vez los de una india. Su abundante cabello negro le cubre como un manto (Las coronas de dos dimensiones son de metal y fueron ofrecidas por los devotos posteriormente). Los indios no tenía ninguna duda: se trataba de su Reina.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Escanea el código
Hola 👋
¿Cuéntanos cual es tu inquietud ?