Religiosas
La mayoría de los cristianos de la historia nunca leyeron la Biblia.
Pero no tuvieron que hacerlo, porque tenían la misa católica.
Así es como la misa preservó la Biblia para cada cristiano.
La Misa consta de dos partes: las Lecturas y la Comunión.
Esta estructura proviene directamente de la Escritura. “El Verbo se hizo carne”.
En la primera mitad de la Misa, el enfoque se centra en el Verbo;
en la segunda, en Su Carne.
La estructura de la Misa también se prefigura en el Apocalipsis.
• La primera mitad del Apocalipsis se centra en: La Palabra.
• La segunda mitad se centra en el altar: el Cordero.
Y el camino a Emaús.
• Jesús explica las Escrituras.
• Jesús celebra la Eucaristía.
La Misa tiene partes que se repiten cada semana (Comunes).
La mayoría de estas son tomadas textualmente de las Escrituras:
• Gloria a Dios en las alturas (Lucas 2)
• Santo, santo, santo, Señor Dios de los ejércitos (Apocalipsis 5)
• Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo (Juan 1)
• Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo… (Mateo 8)
También hay antífonas: versos cortos que se cantan a lo largo de la misa.
Los salmos y las antífonas se cantan, haciéndolos memorables incluso para los analfabetos.
Un campesino medieval podía regresar al campo con las Escrituras aún resonando en sus oídos.
Además, cada misa incluye un salmo, una lectura del Evangelio y una o dos lecturas completas de la Escritura.
Luego, el sacerdote da la homilía.
Esto ayuda a los fieles a comprender las palabras difíciles de la Escritura.
Los símbolos y rituales de la misa también son bíblicos.
• Las vestiduras del sacerdote reflejan las vestimentas del sumo sacerdote.
• La procesión alude a la entrada de Cristo en Jerusalén.
• Los ángeles usan incienso en el Apocalipsis.
Pero la parte más bíblica de la misa es la Eucaristía misma.
El último mandato de Cristo a sus discípulos en la Última Cena fue celebrar la Eucaristía.
Así, en cada misa, el sacerdote repite las palabras de Cristo en la Última Cena.
Y hace lo mismo que Cristo hizo en la Última Cena:
Convierte el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Usamos las mismas palabras que los apóstoles emplearon para consagrar la Eucaristía tras la ascensión de Cristo.
Como escribió San Pablo en 1 Corintios
A través de estas palabras se hace presente toda la Palabra.
Para casi todos los cristianos de la historia, la misa era su Biblia.
No sabían leer, pero podían ver, oír y tocar a Cristo.
Y ahora, tú y yo también podemos tener acceso a Él a través de la misa.
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