Internacional
Una fragata de la Bundeswehr cruza el estrecho entre Taiwán y China continental. Para Berlín, un símbolo de libertad en las rutas marítimas. Para Pekín, una provocación.
Published
3 semanas agoon
By
GLCOLa situación jurídica es clara: el Estrecho de Taiwán puede ser utilizado por barcos de todo el mundo. Gozan del derecho de transitar pacíficamente en aguas internacionales y en el mar territorial, es decir, en la zona próxima a la costa. Esto también se aplica a la fragata alemana «Baden-Württemberg», que atravesó el estrecho este viernes 13 de septiembre, junto con su barco proveedor de suministros.
China también ha firmado la convención pertinente de la ONU. Sin embargo, Pekín considera una provocación el paso de buques militares extranjeros a través del Estrecho de Taiwán. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, habló en Pekín de «amenazas contra la soberanía y la seguridad de China bajo el pretexto de la libertad de navegación», incluso antes de que pasaran los barcos alemanes. China reclama la isla de Taiwán, gobernada de forma independiente. Por lo tanto, el estrecho se considera una zona especialmente sensible.
«Pekín está tratando de reinterpretar su propia ley y anteponer la fuerza de su propio poder a la fuerza de la ley», dice Thorsten Benner, director del grupo de expertos berlinés Global Public Policy Institute. Por eso, Benner acoge con agrado el compromiso de la Armada alemana con la libertad de las rutas marítimas. «Con este acto simbólico de tránsito, indicamos que nos tomamos esto en serio», afirma a DW. Es la primera vez desde 2002 que buques de guerra alemanes eligen esta ruta.
La fragata «Baden-Württemberg» y el buque escolta «Frankfurt am Main» partieron a principios de mayo hacia el Indo-Pacífico. Más recientemente, anclaron en el puerto de Incheon, cerca de Seúl, en Corea del Sur, donde los barcos participaron en el control de las sanciones de la ONU contra Corea del Norte. La siguiente parada es Manila, la capital de Filipinas.
En disputa, el mar de China Meridional
Aproximadamente un tercio del comercio mundial pasa por el Mar de China Meridional. Ésta es una de las razones por las que China y sus vecinos se pelean por el control de las islas, los arrecifes y las rutas marítimas allí. Pekín reclama zonas que en ocasiones se encuentran a más de 1.000 kilómetros de su propia costa. El Gobierno chino está construyendo islas artificiales y perforando en busca de gas. Y no acepta el arbitraje de Naciones Unidas en el conflicto sobre el derecho marítimo.
Con las directrices del Indo-Pacífico adoptadas en 2020, el Gobierno alemán quiere implicarse más en la región. El objetivo es reducir la dependencia de China y ampliar las asociaciones con otros países. «Y esto es ahora un marcador que indica que estamos absolutamente preparados para defender nuestros intereses frente a China y también aceptar posibles medidas de represalia», dice Benner. En el pasado, afirma, la Cancillería alemana ha carecido de determinación, por ejemplo, en lo que respecta a la ampliación de la red 5G con participación china, o a las tasas arancelarias.
¿Represalias de Pekín?
«Ahora, podría haber ciertas medidas de represalia por parte de China», según Benner. Por ejemplo, Pekín podría cancelar conversaciones diplomáticas. Y podría ser que «la ira se centre en la ministra de Exteriores , de quien tal vez se sospeche que como autora intelectual”. Antes de que los buques de guerra partieran, Annalena Baerbock enfatizó que el derecho de paso pacífico también se aplica en el Estrecho de Taiwán.
«Es poco probable que se produzcan intentos de imponer sanciones económicas», afirma sin embargo Benner. China no tiene ningún interés en esto, porque su propia economía ha perdido impulso. «Por supuesto que sigue existiendo un riesgo, pero es un riesgo que debemos aceptar», considera.
Antes de este tránsito, sólo unas pocas voces políticas en Alemania habían expresado críticas. Ralf Stegner, miembro del Bundestag por el gobernante partido socialdemócrata, estimó que el Gobierno alemán no debería enemistarse con los dirigentes chinos. Porque China podría ayudar a Alemania en el conflicto con Rusia.
El politólogo Thorsten Benner cree que los barcos de guerra alemanes podrían cruzar ahora el estrecho de Taiwán con mayor frecuencia: «Con suerte, para Alemania será cada vez más normal tener presencia en el Indo-Pacífico». Los buques de guerra estadounidenses pasan repetidamente por el estrecho, provocando siempre reacciones de enojo por parte de Pekín.
Taiwán no espera apoyo militar de Alemania
Estados Unidos es considerado el mayor apoyo de Taiwán, incluso con grandes entregas de armas. El presidente Joe Biden también ha dicho repetidamente en entrevistas que su país defendería militarmente la isla en caso de un ataque.
Estados Unidos acaba de advertir a China sobre «acciones peligrosas» en el mar de China Meridional. Y Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de ese país, destacó la importancia de la «libertad de navegación» en el mar de China Meridional durante una visita oficial a Pekín en agosto.
Al igual que Estados Unidos, Alemania no ha reconocido a Taiwán como estado independiente. Respeta la «política de una sola China» y sólo mantiene relaciones diplomáticas con Pekín y no con Taipéi, donde gestos de apoyo como este paso por el Estrecho de Taiwán son siempre bien recibidos.
Lu Li-Shih, un oficial retirado de la Armada taiwanesa, acoge también con agrado estos gestos simbólicos. Sin embargo, subraya que no se puede esperar apoyo militar de Alemania ni de otros países europeos. «Si algún día hubiera un conflicto militar en el estrecho de Taiwán, estos países se enfrentarían al desafío de que ‘el agua lejana no puede apagar un incendio cercano'», afirmó en una entrevista con DW en Taipéi. «Las flotas europeas tardarían al menos un mes en llegar cerca del estrecho de Taiwán. Muchas cosas podrían suceder en ese mes y el apoyo a Taiwán sería muy limitado».
(rml/ers)