Actualidad
Estados Unidos da marcha atrás en sus cuestionamientos a la democracia mexicana
«Una democracia vibrante». Así calificó Ned Price, vocero del Departamento de Estado norteamericano, cuando fue cuestionado por la reciente respuesta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al comunicado del organismo federal estadounidense sobre las marchas en contra de la reforma electoral en México.
Además de reconocer la situación política mexicana, Price calificó al país azteca como un «socio que está al mismo nivel que Estados Unidos y que toma sus propias decisiones de manera soberana».
El Departamento de Estado había expresado su preocupación por la independencia del organismo que regula las elecciones en México –el Instituto Nacional Electoral–, algo que irritó a López Obrador.
«Cuando hablamos de México, lo hacemos como cuando nos hacen preguntas similares sobre otros países. Hablamos sobre los valores y principios que son importantes para las democracias», explicó Price en conferencia de prensa, cuando profundizó los motivos del comunicado del pasado 27 de febrero.
El vocero estadounidense también aprovechó el momento para remarcar que su país respeta la soberanía de México, pero que no puede dejar de remarcar que «un sistema electoral independiente (…) constituye uno de los pilares de la democracia».
Unas declaraciones para apaciguar tensiones
Los comentarios de Ned Price dan seguimiento al comunicado inicial del Departamento de Estado referentes a la reforma electoral promovida por el mandatario mexicano, además de las valoraciones relativamente positivas a la reacción de la oposición mexicana.
En el comunicado, la institución norteamericana reconoció un «intenso debate» en la política mexicana, además de remarcar la necesidad de un «sistema electoral independiente, con buenos recursos y respeto a la independencia judicial» para lograr una «democracia saludable».
El presidente López Obrador reaccionó de forma airada al comunicado inicial. En su conferencia de prensa del 28 de febrero, el mandatario calificó los comentarios de la institución estadounidense como «injerencistas», además de hacer una dura crítica al secretario de Estado, Antony Blinken.
Separando de sus críticas al presidente estadounidense, Joe Biden, el jefe de Estado mexicano despotricó en contra del Gobierno estadounidense.
“Como es la mala costumbre, siempre se inmiscuyen en asuntos que no les corresponden, muy contrario a lo que piensa el presidente Biden, que siempre habla de un pie de igualdad, pero como dice la canción, pesa más o se impone más la costumbre, la mala costumbre en este caso, que el amor o el respeto”, lamentó López Obrador
Las nuevas declaraciones del portavoz del Departamento de Estado muestran un retroceso en la actitud inicial del Gobierno estadounidense sobre el proceso político dentro de México.
Con EFE
