Hungría celebró el martes 20 de agosto más de 1.000 años de su fundación con un espectáculo pirotécnico en Budapest. Según los medios de comunicación locales, el espectáculo pirotécnico, que contaba con drones, fuegos artificiales y narración, costó más de 38 millones de euros. La exhibición tuvo lugar en un tramo de cinco kilómetros del río Danubio, la principal vía fluvial de la ciudad.
Un error en el pronóstico meteorológico hizo que las celebraciones de San Esteban se retrasasen una hora por la lluvia. «Los meteorólogos no han hecho un buen trabajo», dijo un espectador a ‘Euronews’, mientras muchos a su alrededor abrían paraguas para protegerse de la llovizna. Otro asistente señaló que el Gobierno de Hungríapodría haber invertido mejor el dinero en otras cosas, como hospitales, pero que «ya no importa».
En un comunicado, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, felicitó a los húngaros por su día nacional, y aprovechó para recordar a Hungría, miembro de la OTAN desde hace 25 años, sus responsabilidades para con la Alianza.
«En este día de celebración, espero que podamos trabajar por una relación más estrecha entre EE.UU. y Hungría, arraigada en los valores democráticos, la seguridad compartida y la prosperidad», escribió Blinken. «Eso es lo que merece la profunda amistad entre nuestros pueblos y la rica historia entre nuestras naciones».