En el séptimo día de invasión rusa de Ucrania, Moscú ha ofrecido su primer parte de bajas. Cerca de 500 militares rusos han muerto y otros 1.600 han resultado heridos.
La ofensiva se ha centrado en la destrucción de grandes ciudades clave en el norte, el este y el sur, con bombardeos que han destruido cientos de edificios, infraestructuras de transporte, hospitales y escuelas. Más de 2.000 civiles han perdido la vida, según los servicios de emergencia de Ucrania.
La ciudad portuaria de Mariupol ha sufrido «bajas masivas», según el alcalde, que ha denunciado cortes de agua y el bloqueo de la salida de civiles.
Los intensos combates continúan en la ciudad nororiental de Jérkov, la segunda más grande de Ucrania, donde un grupo de paracaidistas rusos aterrizaron la pasada noche. Ataques aéreos con misiles han alcanzado un edificio policial y una universidad.
En el sur, Rusia afirma haber tomado Jersón, bañada por el Mar Negro. Ya controla la estación de tren y el puerto.
Segunda reunión por la paz en Bielorrusia
Mientras Kiev resiste la invasión, las esperanzas de un alto el fuego están puestas en la diplomacia. Este jueves está prevista una nueva ronda de negociaciones en Bielorrusia entre las delegaciones rusa y ucraniana.
La primera semana de guerra en Ucrania deja un número de refugiados que asciende ya a casi 900.000, según los datos de Naciones Unidas.
Fuente: Sistema integrado digital
