Ambos cerraban en Tegucigalpa la violenta campaña electoral.
Xiomara Castro, del izquierdista Partido Libertad y Refundación, prometió, si gana, «un Gobierno de reconciliación», «reconstruir Honduras» y acabar con la corrupción.
«Se necesita una mujer que asuma la presidencia de la República y que maneje los fondos con transparencia y vamos a decir fuera a la corrupción en Honduras», aseguraba Castro.
El actual alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, candidato del gobernante Partido Nacional, de derechas, prometió trabajo, «salud» y «educación».
«Soy diferente por mi trabajo, mi esfuerzo, mi manera de hacer las cosas, de hacer política», decía Asfura.
5,2 millones de hondureños están llamados a las urnas en estos comicios generales, en los que además de un presidente se eligen vicepresidentes, diputados y alcaldes.