Internacional
Trump y Maduro trasladan tensión en el Caribe a Bogotá
Published
17 horas agoon
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GL
Mientras el presidente de Estados Unidos advertía a Gustavo Petro que él «puede ser el siguiente», el dictador venezolano desempolvaba la propuesta nostálgica de refundar la Gran Colombia para asegurar el respaldo incondicional de su vecino. La última declaración del mandatario colombiano no cayó bien en Miraflores
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quedó en medio de la tensión entre Donald Trump y Nicolás Maduro, al punto que en las últimas horas se convirtió en el blanco de la presión que sale de Washington, pero también de Caracas. Su propuesta de revivir la Gran Colombia se ha convertido en la bandera del chavismo para intentar atrincherarse en nostalgias históricas, invitando incluso a Brasil y México a sumarse a la delirante propuesta del dictador venezolano, cuyo único objetivo es salvar su pellejo, sin ofrecer beneficio alguno para las dos principales economías de Latinoamérica, que han demostrado que su prioridad es mantener buenas relaciones con la primera potencia mundial.
Tanto Luiz Inácio Lula da Silva como Claudia Sheinbaum, pese a las diferencias políticas e ideológicas, han estrechado la mano de Donald Trump en las últimas semanas, haciendo gala del pragmatismo que caracteriza a ambos. El brasileño se reunió con su par estadounidense en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a finales de octubre en Kuala Lumpur, Malasia; y la mexicana coincidió en Washington con el líder republicano en el sorteo del Mundial de Fútbol 2026, que organizan sus países junto con Canadá. Reducir aranceles, evitar sanciones y fortalecer acuerdos está por encima de revivir batallas de la época colonial para ambos mandatarios latinoamericanos.
Y es que la vicepresidente del régimen chavista, Delcy Rodríguez, invitó este miércoles a Petro, Lula y Sheinbaum a «unirse», insinuando la creación de un «ejército multinacional». Horas más tarde, Nicolás Maduro lanzó una propuesta en la misma dirección, pero enfocándose únicamente en la conveniente idea de «refundar» la Gran Colombia. Todo con fines militares ante una posible ofensiva de Estados Unidos a territorio venezolano, en el marco del enorme despliegue del Pentágono contra el narcotráfico en la región, que comenzó hace cinco meses, tal como ha insinuado el jefe de la Casa Blanca.
De esta manera, Maduro apuntó directamente a Bogotá, confiando en que Petro puede ser su mayor aliado, ya que la inclusión de Lula y Sheinbaum en este conflicto parece tener pocas probabilidades de prosperar más allá de los comunicados y llamados a la paz. Sin embargo, en Miraflores no obtuvieron de la Casa de Nariño la respuesta esperada.
La anulación este miércoles del pasaporte al cardenal Baltazar Porras en el Aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, cuando se disponía a viajar a España a través de Colombia, no fue bien vista por Petro, que recomendó a su aliado venezolano «entender que la respuesta a una agresión externa no es solo un alistamiento militar sino una revolución democrática». El mandatario colombiano insistió en que «es con más democracia como se defiende un país, no con más represiones ineficientes». Además, abogó por una «amnistía general y un gobierno de transición con la inclusión de todos y de todas».
Petro, bajo presión de Washington y Caracas
El mandatario colombiano pareció apartarse del dictador venezolano con estas palabras que no coinciden con las intenciones del régimen chavista, que ha mostrado su disposición a enfrentar militarmente a EEUU en un escenario bélico no convencional, donde la llamada guerra de guerrillas sería la estrategia de defensa para seguir aferrados al poder. Es por esto que la corresponsal de TeleSur en Venezuela, Madelein García, muy cercana a Maduro y férrea defensora de la dictadura, no dudó en cuestionar el mensaje de Petro, el cual consideró que «se alinea con la narrativa de la extrema derecha venezolana sobre la transición».
Casualidad o no, este giro en el discurso del mandatario colombiano ocurrió el mismo día en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también apuntó sus dardos hacia Bogotá con una dura advertencia a Petro: «Colombia produce mucha droga, tienen fábricas de cocaína. ¡Más vale que se dé cuenta o él será el siguiente! ¡Espero que escuche, será el siguiente!».
