Cientos de hombres en polonia rezan el santo rosario por la paz en #Ucrania

La iniciativa, denominada «Rezo por la paz» se ha celebrado en distintas ciudades polacas durante los últimos días, aunque también en otros lugares de Europa y hasta de Oceanía, en el caso de la celebración de la iniciativa desarrollada en Sídney.

Todos los rezos han precedido a varias marchas interreligiosas realizadas con el mismo cometido: parar la barbarie en el país eslavo, vecino de Polonia.

La «Marcha del Rosario de hombres católicos» que se puede ver en el vídeo se ha producido este sábado en Varsovia, como relata el periodista católico Sachin José, autor de la pieza audiovisual.

Como ha atestiguado este informador, el rezo en Varsovia ha estado dirigido por el sacerdote salesiano Dominik Chmielewski, quien además de religioso y pintor de retratos es un experto en Kárate.

No ha sido el único religioso al frente de los fieles. En Bielsko-Biala –cerca de Cracovia–, el encargado de organizar el rezo masculino del Rosario ha sido el propio obispo de esa diócesis, Roman Pindel, quien ha detallado en la convocatoria el desarrollo del rezo público.

«Comenzaremos el encuentro con una oración ecuménica, y luego nos dirigiremos en una marcha silenciosa de solidaridad con Ucrania y sus ciudadanos hasta la Catedral de San Nicolás, donde presidiré la Santa Misa por la paz. Al final, cantamos juntos Suplikacje (Súplica)», se puede leer en la página web de la diócesis.

Polonia, uno de los países con mayor fervor católico de Europa, llevan ya tiempo realizando este tipo de actos públicos religiosos, aunque ahora se han dado a conocer de manera relevante dada la actual situación de guerra en el país fronterizo a Polonia, invadido por Rusia.

Aunque su carácter es multirreligioso, destaca la participación de los «Wojownicy Maryi» (Caballeros de María), que se reúnen los primeros sábados de cada mes para rezar el Rosario. El grupo lo componen polacos, pero también otros ciudadanos de países europeos, que acuden a las ciudades polacas para participar en un evento con el que se espera construir un mundo mejor a través de la fe y la oración.