Religiosas
«este instante nos lleva directamente al Calvario, donde Nuestro Señor Cristo se hace presente realmente en el altar»

Recomiendo guardar un momento de silencio y adoración interior mientras vemos este misterio: Este es el momento más sagrado y central de la Santa Misa: la Consagración. En la Misa tradicional, conocida como Vetus Ordo o forma extraordinaria del Rito Romano, este instante nos lleva directamente al Calvario, donde Nuestro Señor Cristo se hace presente realmente en el altar mediante las palabras de institución pronunciadas por el sacerdote. Observemos con profunda reverencia cómo el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor. “Y mirad que Yo con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación de los tiempos” (San Mateo 28,20). Biblia Straubinger. ✠ HOC EST ENIM CORPUS MEUM ✠ ✠ PORQUE ÉSTE ES MI CUERPO ✠ Cuando el sacerdote eleva el Santísimo Cuerpo de nuestro Redentor, decimos en silencio («¡Señor Mío y Dios mío!») ✠ HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI, NOVI ET ÆTERNI TESTAMÉNTI: MYSTÉRIUM FÍDEI: QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDÉTUR IN REMISSIÓNEM PECCATORUM ✠ ✠ PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO -MISTERIO DE FE- QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA REMISIÓN DE LOS PECADOS ✠ Cuando el sacerdote eleva la Sangre Preciosa, decimos en silencio («¡Acuérdate, SEÑOR de esta criatura TUYA QUE HAS REDIMIDO POR TU PRECIOSÍSIMA SANGRE!») ¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!