America del sur
En Argentina se «robustecerá» el marco de la legítima defensa
Published
14 horas agoon
By
GL
La idea es que la presunción de inocencia sea de la persona que fue víctima de un eventual delito. Tiene lógica, algo que no ha estado muy presente hasta el momento
Hay un clásico video en Argentina de un viejo programa televisivo, que se sigue viralizando en las redes sociales, donde un señor mayor comenta con lujo de detalles lo que tiene que hacer una persona armada, en el caso de que un ladrón ingrese a su casa para robarle.
Hay un clásico video en Argentina de un viejo programa televisivo, que se sigue viralizando en las redes sociales, donde un señor mayor comenta con lujo de detalles lo que tiene que hacer una persona armada, en el caso de que un ladrón ingrese a su casa para robarle.
«Si entra el chorro, yo no lo puedo amasijar en el patio», comienza diciendo en un segmento, que prácticamente todo el mundo conoce de memoria. En resumidas cuentas, este señor recomienda llevarlo «al lugar más recóndito» de la casa, para luego vaciarle el cargador. Es que, advierte, que si uno se defiende con un disparo y en el patio, por donde el delincuente ingresó, la víctima del robo podría tener serios problemas con la ley, ya que seguramente los abogados del delincuente argumentarían que se cayó de la medianera y que, si uno le efectúa un disparo, sería caratulado como «hábil tirador». Por eso, propone descargar el arma completa en el sótano y presentarse en la policía, preferentemente drogado y borracho, para evitar la prisión.
Este relato tan famoso en Argentina, más allá de su extremismo y tono de broma, hace referencia a lo que hasta ahora es una problemática: si uno se quiere defender de un delincuente y logra repeler un ataque, lo más probable es que la persona que ejerció lo que tendría que ser su legítima defensa, termine con más problemas legales que el mismo delincuente.
Con el nuevo Código Penal, que busca implementar el gobierno, la cuestión podría pasar a ser algo más lógico y racional en el futuro.
Además del endurecimiento de penas, la baja de edad de imputabilidad y la imprescriptibilidad a delitos como las agresiones sexuales, la reforma del Código Penal propondrá «robustecer el marco de la legítima defensa». La finalidad es que se establezca «una presunción en favor de quien se defiende» del delito. De esta manera, se aspira a mejorar el rol de las víctimas en el marco de las investigaciones judiciales para «dejar en evidencia su relevancia en el proceso».
El proyecto, que tendrá que discutir el parlamento, propone que el homicidio simple pase de 10 a 30 años de prisión, en lugar de como es actualmente (8 a 25 de máxima). El homicidio agravado pasaría a tener reclusión perpetua. Lo interesante es que, de aprobarse la reforma, las condenas perpetuas no tendrán límite temporal.
La propuesta del oficialismo pena duramente la utilización de armas de fuego, aunque se utilicen sin herir a la víctima. Es decir, se desincentivaría la utilización de armas con la finalidad del amedrentamiento. Se propone seis años de cárcel, aunque el delincuente no lastime a su víctima.
El hurto callejero, que tiene como pena un mes de cárcel en la actualidad, podría llevar al delincuente a estar tres años en prisión. Habrá que ver qué dice la nueva conformación parlamentaria, donde el oficialismo ya tiene la primera minoría en la Cámara de Diputados.
Fuente: Panampost