Por primera vez México fue sede de la mayor cumbre conservadora del mundo: la CPAC, por sus siglas en inglés. Luego de varios días de reuniones y debates para definir las líneas estratégicas para combatir al socialismo, a la izquierda globalista y unir a la derecha mundial, varios de los asistentes acudieron a la embajada de Cuba con el propósito de exigir la libertad de los presos políticos en la isla, pero se encontraron con una turba comunista que atacó a los exiliados cubanos que se manifestaban pacíficamente en la sede diplomática en México.
Los atacantes tenían identificados sus objetivos con nombre y apellido: Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana, era el principal en la mira. En entrevista con PanAm Post, el exiliado cubano relató que no es la primera vez que esto le ocurre. También fue agredido por una turba semejante en Perú y en Costa Rica, mientras que en Panamá le rompieron las costillas y le lesionaron una pierna.
De manera que aun escapando de la isla prisión en la que se ha convertido Cuba bajo el régimen comunista, los disidentes parecen no estar a salvo de la violencia que desata esta dañina ideología. No obstante, no se deja amedrentar. Al contrario. Gutiérrez Boronat exclama que luego de las manifestaciones de julio de 2021 el pueblo cubano está más envalentonado que nunca y no se detendrá ni dentro ni fuera de la isla.
Por eso convoca a toda la hispanidad y la comunidad internacional a combatir este mal. Pues asegura que la metástasis del comunismo se corta desde la raíz: con la libertad de Cuba. Ya que desde allí se esparce a toda la región. «Si no se unen ahora para respaldarnos en nuestra lucha, seguirá el cáncer del totalitarismo regándose por toda América Latina», concluye.