Inversión de Valores
Gracias de Navidad
Es la verdadera paz que Él quiere para sus creaturas. ¡Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres de buena voluntad!
Nuestros políticos, en cambio, buscan una paz con almas de rencor, con manos ensangrentadas y que tratan de definir, no como la tranquilidad en el orden, si no la paz de la democracia. Pero es la paz del cinismo.
El resentimiento el odio y la sed de venganza atrajo a almas insaciables de poder, con la ideología del marxismo y del ateísmo y ahora la ideología de género “La religión es el opio del pueblo” y así lo consideran y para esto dedican sus vidas. Los más radicales a matar a quienes les contradice, pero sobretodo, los menos radicales, a matar la inocencia a matar esa verdadera paz que nos trae el Niño Dios. Y matar hasta los principios que les dieron el poder, esto es la propia democracia que se lo otorgó, para pasar por encima de sus postulados, para engañar primero y subyugar después a todo un pueblo que pide otra cosa. Ya no bailan los trompos se perdió la inocencia como reza el poema
Saeta[embeddoc url=»http://sanelias.org/wp-content/uploads/2016/12/P_Los-Trompos.pps» download=»all» viewer=»microsoft»]]]>