El último debate presidencial antes de las elecciones del 16 de noviembre dejó al desnudo las profundas diferencias entre los ocho candidatos que buscan llegar a La Moneda. El eje dominante fue la seguridad, seguido de cruces directos por aborto, gestión del Gobierno y denuncias por presunta financiación de trolls con fondos de las AFP.
El debate se desarrolló en cuatro bloques, los cuales fueron seguridad, economía, políticas sociales y gobernabilidad en un escenario con voto obligatorio y un alto porcentaje de electores aún indecisos.