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Justicia de Colombia debe «quitarle oxígeno al narcotráfico»
«Los programas de ayuda antinarcóticos de Estados Unidos para Colombia tienen más de 50 años, y las cantidades de droga en Colombia han tenido altibajos, pero esa ayuda nunca ha podido solucionar el fenómeno”, dice a DW desde Washington D. C. Adam Isacson, director del programa de Seguridad Regional y Supervisión de la Política de Defensa en la Washington Office on Latin America (WOLA).
En medio de la reciente escalada, parece surgir un primer acercamiento para apaciguar el tono de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, este martes (21.10.2025), con la reunión de los representantes diplomáticos de ambos países.
¿Tienen las acusaciones de Trump contra Petro y sus amenazas de retirar la ayuda financiera a Colombia una base real? A juicio de Isacson, los programas del Gobierno estadounidense «no han tenido el resultado esperado, porque el éxito se mide en toneladas y hectáreas. Lo que buscan es que la cantidad de cultivos de coca baje un 30 por ciento en un año, y que haya menos toneladas producidas y más toneladas incautadas”, analiza en detalle el experto.
Y agrega que esos programas solo mantienen la oferta de droga en un cierto nivel, y tratan de prevenir que se incremente. «Pero eso es como cortar la maleza en lugar de sacarla de raíz”, grafica. «Colombia ha recibido más de 14.000 millones de dólares en este siglo en ayuda para frenar el narcotráfico, la mayoría en programas para la Policía y el Ejército colombianos”, puntualiza. «Una suma que no incluye, por ejemplo, la ayuda a migrantes venezolanos. La cifra es mayor, pero esto es lo que hemos podido documentar”.
Tráfico de fentanilo cae en EE. UU. y aumenta otra vez la cocaína
¿Es la cocaína o es el fentanilo el que hace estragos en EE. UU.? «Ni Colombia ni Venezuela producen ni un gramo del fentanilo que llega a Estados Unidos. Pero las incautaciones de fentanilo proveniente de México están cayendo rápidamente. No hemos superado el problema, pero hay un declive de cerca de un 40 por ciento en un año”, contrasta Isacson.
Y sostiene que el consumo de cocaína, efectivamente, se está incrementando, citando un artículo del Wall Street Journal del 17 de septiembre de 2025, «America loves cocaine again”, donde se informa que se está registrando una salida récord de cocaína de Colombia.
Ese incremento se concentró, según la ONUDD, en especial en el suroeste del país, donde ejercen el control territorial y del negocio del narcotráfico las disidencias de las FARC, que no firmaron el acuerdo de paz. Así las cosas, Isacson cree que, de concretarse, las medidas de Trump «le harán la vida más fácil a los narcotraficantes”.
Asimismo, los aranceles que Trump dijo que planea imponer a Colombia «también beneficiarían al narcotráfico”, dice el experto. No afectarían a la economía ilegal, sino a la exportación legal de productos agrícolas. Al dejar de competir en Estados Unidos, «esas empresas irían a la quiebra, los narcos incluso podrían ofrecerles más trabajo agrícola para el cultivo de cocaína”.
«El peor golpe de recortes se hizo entre enero y marzo de este año: un 75 por ciento de la ayuda que canceló Trump era para implementar el acuerdo de paz”, explica Isacson. También para apoyar a las víctimas de violencias, proteger los derechos humanos, aumentar y mejorar la presencia de fuerzas de seguridad, incluso en la frontera con Venezuela, y como ayuda para la población de migrantes venezolanos, que están pasando hambre y necesitan integrarse en el país, subraya.
¿Está Colombia cumpliendo con su responsabilidad en la lucha contra las drogas?
Ante este panorama, cabe preguntar si Colombia está haciendo realmente lo suficiente para resolver el problema. «Estados Unidos puede aportar ayuda, pero no puede lograrlo sin Colombia”, subraya Isacson.
«En los últimos quince años, Colombia ha desarrollado muchos programas contra las drogas, incluso en el mismo proceso de paz, con la elaboración de planes para insertar y construir la presencia del Estado en zonas rurales olvidadas. Pero no los han implementado con la suficiente inversión y sostenibilidad”, evalúa, «y esas medidas han marchado muy lentamente”.
A la vez, explicita, «hay todo un sector político y económico de actores en el Gobierno y en la economía ilegal que colaboran abiertamente con el crimen organizado. Mis colegas de InsightCrime los llaman ‘los invisibles’: son personas de buena reputación que están apoyando a ese negocio. Si hay presencia del Estado, pero el Estado colabora con los narcotraficantes, entonces eso no funciona”.
Pero aclara que «ni Petro ni tampoco anteriormente Iván Duque, ni Juan Manuel Santos, son o fueron aliados del narcotráfico, pero seguramente conocen a colegas y aliados políticos que sí participan de esos negocios y no lo dicen porque necesitan alianzas. Son generales u otros altos cargos del Ejército, y también alcaldes y gobernadores, en casi todo el Gobierno. Y, por supuesto, también banqueros y empresarios que tienen un pie en ambos mundos”.
Mejorar el sistema de Justicia para frenar la corrupción política
¿Qué le falta hacer a Colombia para poner freno a la corrupción y a la impunidad? «La corrupción no es solo económica, se trata de violaciones a los derechos humanos, y eso afecta la confiabilidad para las inversiones”, detalla.
Y critica el funcionamiento del sistema de justicia, crucial para terminar con la corrupción en los diferentes estamentos de la política: «La Justicia no los investiga ni los penaliza como es debido, ni tampoco los castiga con la suficiente dureza”, indica el experto de WOLA. Y enfatiza que «la Justicia debería vigilar y analizar los flujos financieros para quitarle el oxígeno al narcotráfico. Se necesitan fiscales, jueces y testigos que cuenten con protección, con los especialistas y la tecnología que se necesitan para llevar adelante esas investigaciones”.
En lo que respecta a las elecciones, en 2026, dice que «es obvio que el Gobierno de Trump no quiere que el pacto histórico de paz de Petro lo haga prosperar en las elecciones, y hará cualquier cosa para impactar las decisiones de los votantes”. Petro, por el otro lado, «está tratando de sacar máxima ventaja de estas peleas en la política nacional”. Está por verse cuál será el impacto electoral de estas confrontaciones en una Colombia altamente polarizada.
Fuente: DW