Para nadie es un secreto que acceder a un médico en Cuba se convirtió en un privilegio. El sistema de
salud público ni siquiera garantiza un mínimo de eficiencia a los ciudadanos cuando se trata de abordar síntomas o enfermedades que pueden curarse en cuestión de días. Y es que las cifras comprueban este grave escenario: el país solamente cuenta con 75364 médicos para casi 11 millones de habitantes, lo que representa una pérdida de más de 30000 profesionales si se considera que
en el año 2021 la cifra era de 106.131, según datos del Ministerio de
Salud Pública (MINSAP).
Los sueldos tampoco son un aliciente. Tras una reforma en 2021, el salario de un profesional de la salud recién graduado pasó a ser de 4610 pesos cubanos (un poco más de 10 dólares, según la cotización en el mercado informal). Cuando son residentes, la cifra se incrementa hasta los 5060 pesos. Al concluir la especialidad, el ingreso aumenta sube a 5560 pesos. Esta realidad, sumada a la escasez de medicinas, lleva a los habitantes de Cuba a recurrir a una forma de diagnóstico poco convencional: usar ChatGPT, la herramienta de inteligencia artificial.