En las últimas horas han surgido nuevas señales que elevan la posibilidad de una escalada en el Caribe luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazara la oferta engañosa de Nicolás Maduro de renunciar en un lapso de dos a tres años, lo que obstaculiza las eventuales «discusiones» de las que habló el líder republicano y pone una vez más sobre la mesa la posibilidad de una intervención, tal como asoma la reciente actividad militar detectada en la zona y las concernientes alertas de riesgo. La presión de Washington sobre Caracas no cesa. Mientras tanto, el dictador venezolano parece contar únicamente con su aliado colombiano Gustavo Petro para intentar frenar la ofensiva del Pentágono con la repetida y falsa propuesta de diálogo, que ha sido la principal herramienta del chavismo durante más de dos décadas y media para ganar tiempo y mantenerse aferrado al poder.
Y es que luego de que un Boeing C-40B de la Fuerza Aérea estadounidense –usado para trasladar a jefes militares y mandos estratégicos– aterrizara este viernes en Granada y cinco aviones militares norteamericanos fueran detectadas sobrevolando este jueves cerca de las costas venezolanas, la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta aérea especial para toda la Región de Información de Vuelo Maiquetía, que incluye el espacio aéreo de Venezuela y el sur del Caribe, citando riesgos potenciales para las aeronaves en medio de un entorno de seguridad que se deteriora y un aumento de la actividad militar, exigiendo además máxima precaución para la aviación civil y 72 horas de aviso previo para cualquier vuelo sobre el mencionado perímetro.