Si alguien piensa que el demonio no existe, no actúa y que en estos tiempos no tiene ninguna influencia, los hechos demuestran todo lo contrario. No se puede decir que haya otro ser que incite al suicidio que no sea el propio demonio. Vemos como los matrimonios se acaban y llegan a los extremos de matarse unos con otros, pero es que el suicidio es el acto extremo de rebeldía de la creatura contra su creador. Si Dios sentencia que quienes escandalicen a los niños más les valiera atarse una piedra al cuello y ahogarse, o sea suicidarse, ¿qué podemos concluir cuanto se aleja cada vez más esta sociedad de todo valor, de toda moral y ni siquiera cuida de la inocencia de sus pequeños? Saeta
Y VUELVE LA REORMA AGRARIA: Esta vez con la guerrilla de por medio “El Tiempo 29 de abril 2017 “Debate por polémico proyecto de ley de tierras”
