Un barrio silenciado
El apagón encendió la mecha en la avenida principal de Caricuao. Este barrio popular al oeste de Caracas se levantó la noche del viernes después de que se volviese a ir la luz. La habían recuperado dos horas tras estar 30 sin ella. De la refriega, el sábado solo quedaba el silencio y rastros de vidrios rotos, neumáticos incendiados y palos dispersos en las calles. “La gente ya estaba extenuada por un día sin electricidad”, dice un vecino del barrio que prefiero mantener el anonimato. De los incidentes no se habla aún en el barrio porque la policía todavía ronda la zona. “Usted entiende por qué no se puede decir nada o declarar con nombres, usted sabe que tenemos miedo a que nos suceda algo”, justifica un comerciante. La policía no es cualquiera. Los incidentes se produjeron a pocos metros de un comando de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional, denunciada por su represión, que ha costado vidas en algunas ocasiones. “Toda la zona estaba tomada, eran muchos, la gente lanzaba botellas desde los edificios para intentar ahuyentarlos, pero ellos disparaban al aire. Todo ocurría en la oscuridad. Se escuchaban los gritos. Estamos dominados por ellos”, dijo una mujer de unos 50 años.
Fuente: El País
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