Un día después de la muerte de Isabel II, ha llegado el día «D» de Carlos III. El nuevo rey se dirigirá a la nación en su primer discurso televisado este viernes por la tarde, en el que rendirá tributo a la Reina y anunciará el luto nacional hasta el funeral del 19 de septiembre en la abadía de Westminster.
El heredero del trono, de 73 años, se dirigirá a millones de británicos en medio de la sensación de conmoción colectiva y profundo vacío dejado por Isabel II al cabo de 70 años de reinado.
En un breve comunicado, Carlos se refirió a la muerte de su madre el jueves como «el momento de la mayor de las tristezas para mí y para mi familia». El nuevo rey prometió guiarse «por el respeto y el profundo afecto» hacia la Reina «en este período de luto y de cambio».
Carlos pasó el jueves por la noche en el castillo de Balmoral, tras haber compartido las últimas horas con la Reina en su lecho de muerte, en compañía de su hermana Ana. El resto de la familia llegó a la residencia real en Escocia tras la muerte de la Reina.
El monarca ha llegado este mediodía a Londres para tener su primer encuentro con la ‘premier’ Liz Truss, que el martes recibió personalmente el encargo de nuevo Gobierno por parte de la Reina y ha sido testigo del trágico relevo a los dos días de su llegada a Downing Street.
Su «proclamación» como rey está prevista para el sábado a las diez de la mañana (una hora más tarde en España) en un acto en el palacio de St James, aunque su coronación oficial -como ocurrió con Isabel II tras la muerte de su padre Jorge VI- se demorará probablemente varios meses.
Los tributos a la Reina comienzan este viernes con las 96 salvas (una por cada año de la Reina) lanzadas desde diversos lugares de Londres y una ceremonia en la catedral St. Paul a la que asistirá el Gobierno en pleno.
El féretro de la Reina permanecerá un día más en Balmoral y será trasladado el sábado al palacio de Holyrood y luego a la catedral de St Giles en Edimburgo. Miles de escoceses serán los primeros en rendir tributo a Isabel II en una ceremonia religiosa que tendrá lugar durante ese mismo día en St. Giles, y a la que asistirán los miembros de la familia real.
Carlos III arrancará simbólicamente el domingo en Escocia su primera gira al país como nuevo rey, que le llevará después a Irlanda del Norte y Gales. A lo largo de la próxima semana presidirá varios actos en Londres y se sumará a la procesión que acompañará finalmente al féretro el 19 de septiembre entre la abadía de Westminster y el castillo de Windsor. Isabel II será enterrada ese día junto a la tumba de Felipe de Edimburgo en la cripta de la capilla de San Jorge.
A primera hora de la tarde, Carlos y Camilla han sido agasajados por la multitud a la entrada del Palacio de Buckingham, que coreó a su llegada «¡Dios salve al Rey!». El monarca y la reina consorte han agradecido el gesto con una amplia sonrisa, se han detenido unos momentos ante un altar callejero ante la verja del palacio y estrecharon sobre la marcha las manos a los congregados.
Fuente: El Mundo
